Johnson amenaza a la UE: abandonará las negociaciones en junio si no hay avances claros para la relación futura

  • Reino Unido quiere un pacto como el que Bruselas tiene con Canadá.
  • ​Cuestiones como pesca, energía, transporte o cooperación policial deben disponer también de pactos específicos.
El primer Ministro británico, Boris Johnson, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
El primer Ministro británico, Boris Johnson, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
ANDY RAIN / EFE
El primer Ministro británico, Boris Johnson, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

Boris Johnson lleva días en la sombra, pero eso no quita que ya esté pergeñando la que será su postura en las negociaciones con la Unión Europea para la relación futura de Reino Unido con Bruselas tras el brexit. Las conversaciones arrancan el lunes, y de momento el tono no es el mejor. El primer ministro británico quiere trabajar de forma "rápida y decidida" para lograr "progresos" antes de junio, fecha en la que se planteará si es necesario seguir en la mesa.

Además, ya ha advertido a la UE sobre el modelo que quiere: opta por un pacto a la canadiense. En términos comerciales, Reino Unido aspira a un pacto "en línea" al que ya se ha suscrito en los últimos años con otros países, entre los cuales menciona expresamente en el documento a Canadá. Cuestiones como pesca, energía, transporte o cooperación policial deben disponer también de pactos específicos, según el documento.

El mensaje de Johnson, en su línea, sigue sin ser conciliador. "El Gobierno no ampliará el periodo de transición contemplado en el Acuerdo de Retirada", ha advertido Londres en un documento que hizo público este jueves. El Gobierno tory defiende que hay tiempo "suficiente" para llegar a un acuerdo y que Reino Unido pueda "recuperar por completo su independencia económica y política". En condiciones normales, todo debería quedar listo en el mes de septiembre. Esa es, al menos, la previsión de un Ejecutivo conservador que no valora coger la senda de la moderación.

Las líneas rojas británicas deben ahora encajar con las de los Veintisiete, que dieron luz verde el martes al inicio de las negociaciones con la meta de alcanzar un acuerdo comercial "ambicioso, extenso y equilibrado", sin aranceles ni cuotas para las exportaciones siempre que se garantice el "juego limpio" en materia de competencia.

Todo ello, dentro de un marco de relación futura que, tal y como pidió España, dejará fuera Gibraltar. El Ejecutivo británico ha señalado en su nota que "actuará en nombre de todos los territorios de cuyas relaciones internacionales es responsable", en un mensaje dirigido principalmente a áreas como Escocia o Irlanda del Norte.

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