El director general de Telemadrid, José Pablo López, trasladó ayer en la Asamblea de Madrid sus quejas por el «aislamiento» y el «vacío» al que, a su juicio, le ha sometido la Comunidad. «Hay un intento de que la sangre me salpique», declaró antes de señalar que nadie del Gobierno regional se ha reunido con él en los seis meses que el Ejecutivo lleva funcionando.
Por ello, han enviado una nueva carta (es la segunda) a la Puerta del Sol para que la Comunidad «nombre» un interlocutor con el que pueda «sentarse para hablar y dialogar desde ese principio de lealtad institucional que tiene que ser recíproco». «Lo importante es que miremos para adelante;por mi parte hay absoluta colaboración y lealtad». Sin embargo, esa buena intención fue acompañada de algunas dudas que sembró López sobre la Abogacía de la Comunidad.
El ente público emitió hace pocos meses un informe en el que obligaba al director general de Telemadrid a hacer pública su declaración de bienes e inmuebles, algo que la propia Abogacía había negado cuando López accedió a su cargo en 2017. Esto fue suficiente para que la diputada del PP Almudena Negro amagase con pedir la dimisión de López al «estar perdiendo la razón y la dignididad que se le supone a un alto cargo de la Comunidad».
Por su parte, la Abogacía avanzó que estudia querellarse contra el director por acusarles de «partidismo» y poner en duda sus informes jurídicos.
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