Aunque se piensa que la festividad de San Valentín está pensada para parejas, la verdad es que está relacionada con el concepto universal del amor y la afectividad y, entre este amor, se encuentra el amor propio.
El hecho de estar soltero no significa que el Día de San Valentín no pueda también ser una celebración. El amor se presenta de muchas formas y el ejercicio del amor propio es uno de los más importantes.
RuPaul, la famosa drag queen, presentadora y jueza de RuPaul Drag Race, siempre habla de la importancia del amor propio en cada programa: "Si tu no te amas, ¿cómo diablos vas a amar alguien?", y tiene toda la razón del mundo. El día de San Valentín es perfecto para la introspección y tomarse un tiempo para cuidarse y quererse.
If you can’t love yourself, how the hell you gonna love somebody else! #GuRu #Ruism https://t.co/sNCU8VELwj pic.twitter.com/awI6WAyOW9
— RuPaul (@RuPaul) September 21, 2018
Así que aquí van unas ideas para pasar San Valentín sola, pero con mucho amor:
Noche de spa
No hace falta gastar una gran cantidad de dinero para ir a un spa y relajarte, se puede hacerlo desde la comodidad de la casa. Encender unas velas, poner música relajante, llenar la bañera, echar sales o una bomba de baño, servirse una copa de vino y ponerse una mascarilla en la cara. Es imposible que no suban las endorfinas.
Llevar algo que haga sentirse bien
Se le puede dar la vuelta a la frase "si te sientes bien, te ves bien". Si te ves bien, te sientes bien, y la confianza en una misma es algo que escasea últimamente, así que hay que ponerse ese modelito que hace sentirse poderosa para subir un poco la autoestima y el ego. Y, como dice el famoso diseñador Bill Blass: "Ante la duda, ponte algo rojo".
Hacer eso que hace sentirse bien
Hay que pensar en San Valentín como un día dedicado para nosotros. Por eso, hacer algo que nos hace felices como cocinar nuestra comida favorita, ver esa serie que es un guilty pleassure, pintar, dar un paseo por la naturaleza... Todo sin remordimientos.
Darse un capricho con algo especial
No hay que esperar a que otra persona nos de algo que deseamos o merecemos, así que esta fecha es la excusa perfecta para regalarse ese ramo de flores tan bonito, un viaje que siempre se ha estado posponiendo, la joya que desde hace tiempo se quiere o pedir comida a domicilio de ese chino tan bueno. No hace falta que sea algo caro, pero sí algo que nos hace más felices.
Apuntarse a una clase
Nunca es mal momento para empezar a hacer cosas que amamos y nos sientan bien. Se puede aprovechar esta fecha para dar un paso más en nuestra autoestima y felicidad y apuntarse a esa clase que siempre hemos querido probar: de spinning, de pintura, de ballet, de violín, de pilates, yoga... Y en muchos sitios la primera clase es gratis, así que no más excusas.
Reir
Reirse es una de las mejores formas de liberar endorfinas, y estas endorfinas nos hacen felices. ¿Qué mejor plan que ver los especiales de comedia que hay en Netflix y soltar grandes carcajadas?
Quedar con amigos
Se puede hacer como Jessica Biel en Historias de San Valentín y hacer un día de anti-San Valentín o simplemente quedar con los amigos y compartir el amor de los unos por los otros. No hay reglas sobre como se tiene que pasar este día.
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