Así lo ha manifestado la conselleira Carmen Pomar, en declaraciones a los medios durante una visita al IES de Valadares, en Vigo. Según ha recordado, se han apuntalado varias zonas que presentaban grietas como consecuencia de un problema estructural del edificio (una distancia excesiva entre las vigas maestras), pero "lo importante es reconstruir" esa parte del edificio, para lo que su departamento está esperando ese proyecto de rehabilitación integral.
En todo caso, ha incidido en que la comunidad educativa puede "estar tranquila" porque "no hay peligro", y ha señalado que "la mayor parte de los alumnos está ya en las aulas", después de que se acomodara la zona de la escuela hogar (y después de las protestas de las familias, que optaron por no llevar a sus hijos a clase ante esas deficiencias).
Asimismo, ha confirmado que el pasado lunes responsables de la inspección educativa y de la jefatura territorial visitaron el centro para abordar los "últimos problemas" que surgieron, y que tenían que ver con los "espacios de ocio y recreo" de los alumnos. A ese respecto se ha planteado la posibilidad de que los niños no tengan que estar en el interior del edificio sino que puedan hacerlo en espacios más amplios, que no estén afectados por los apuntalamientos.
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