Según han trasladado fuentes policiales, la actuación conjunta tuvo lugar este jueves, cuando el buque ro-ro, que procedía de Noruega, atracó en el puerto vigués. En ese contexto, se localizaron 10,4 kilos de una sustancia polvorienta de color blanco cuyo examen permitió determinar que se trataba de cocaína.

En concreto, las bolsas en las que se localizó la droga disponían de un dispositivo de imantado que facilitaba el acceso en el momento de la recogida y evitaba posibles movimientos bruscos por los tubos de ventilación que pudiesen provocar la pérdida de la mercancía ilegal.

Ante esta situación, la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera han comenzado a desarrollar una investigación conjunta para determinar la posible relación de algún miembro de la tripulación del buque con el tráfico de drogas.

INVESTIGACIONES PREVIAS

Además, investigaciones anteriores realizadas por especialistas de ambos cuerpos apuntan a la posibilidad de que organizaciones criminales se infiltren en la tripulación de barcos para introducir y trasladar sustancias ilegales.

De hecho, se sospecha que algunos grupos delictivos podrían utilizar las escalas que realizan los mercantes en países productores de cocaína o relacionados con estos para introducir droga en los buques.

Por este motivo, desde 2018, se han establecido dispositivos conjuntos de localización de bolsas, cajas y estructuras que puedan albergar bloques con los que se elabora la cocaína. Precisamente, ha sido una de estas medidas la que ha permitido localizar la droga interceptada en el barco ro-ro atracado en Vigo.