La semana pasada un niño de cinco años de Alhaurín de la Torre (Málaga) resultó herido de gravedad al ser atacado por un perro de raza rottweiler. Precisamente esta raza se encuentra entre las favoritas de los vigueses que deciden tener u n perro potencialmente peligroso.

En el registro municipal del ayuntamiento de Vigo figuran actualmente 365 perros de este tipo. De ellos, el 26% son rottweiller.

Sin embargo, esta cantidad resulta insignificante para los expertos en la materia. Según fuentes veterinarias y de la administración, en la ciudad hay cientos de canes peligrosos sin registrar. Se calcula que sólo el 30% de ellos constan en los registros.

Los duros requisitos que implica tener legalmente a un animal de este tipo son el principal motivo de la ilegalidad en la que viven. «La mayoría de los vigueses que quieren un perro peligroso lo quiere como defensa de una finca o una casa y estos no suelen registrarse porque, entre otras cosas, te obligan a dejarlo dentro de una jaula cuando el dueño no está en la vivienda o a construir un muro de protección», explica Juan Freire, responsable de la residencia canina Ramalladas.

De ahí que muchos ciudadanos opten por empadronarse en los municipios del área para obtener los papeles del animal. De hecho, un trámite que en Vigo supone varias semanas, en Nigrán o Pontevedra puede obtenerse en apenas unas horas.

Junto a los rottweiler, el segundo perro peligroso más demandado en Vigo es el Pitbull Terrier, de los que constan en el Concello 79 ejemplares. Le siguen los American Stadfforshire Terrier y los Staffordshire Bull Terrier, con alrededor de 30 perros, respectivamente.

Las normas

Dueños. Para tener un perro peligroso hay que ser mayor de edad y presentar un certificado psicotécnico. También se certifican los antecendentes penales y administrativos del futuro dueño.

Multas. Abandonar a un animal en Vigo está castigado con multas de entre 150,25 y 300,50 euros.

Licencias. Han de renovarse cada cinco años y presentar un seguro con cobertura mínima de 125.000 euros, que se renovará anualmente.

Microchip. Desde el 2 de julio de 2003 todos los perros (independientemente de su raza) deben estar identificados. El veterinario es el encargado de colocar el microchip.

Paseo. Los perros peligrosos tienen que salir a la calle con bozal, atados con correa no extensible de una longitud máxima de dos metros.

Uno por persona. Cada persona no puede pasear a más de un perro peligroso a la vez.

Más robos, más demanda

El incremento en el delincuencia ha hecho que los criadores y vendedores de perros peligrosos vean como la demanda de estos animales va en aumento. Si hace dos años tenían incluso que regalar las camadas hoy se solicitan cada vez más, sobre todo para la protección de las fincas y casas.

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