Un tercio de las escuelas de Barcelona para niños y niñas de 0 a 12 años, unas 200, estarán pacificadas cuando finalice este mandato en 2023, lo que supondrá que todas ellas tendrán una plaza con una circunferencia no menor de 10 metros de diámetro delante del acceso principal para los alumnos y alumnas, protegida por barandillas y jardineras y dotada de bancos y de espacio para los niños y sus padres y madres. 

La idea del consistorio es que en seis o siete años se llegue a todos los colegios de la ciudad. Por el momento, se actuará sobre 20 centros este año y en 35 el que viene, y así hasta los 200 en 2023. De estos últimos, 120 de los pacificados pasarán por modificaciones presupuestadas en 10 millones de euros. 

Otros 80 tienen una dotación económica vinculada a otros planes de ciudad, como el de 'superilles' o el de 'ecoxamfrans' del distrito del Eixample (por el que pasaron 13 escuelas en el mandato anterior). 

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En definitiva, se quiere hacer de cada acceso un lugar saludable y seguro que evite desgraciados accidentes como el que le costó la vida a un niño de 5 años, Hugo, que murió atropellado delante del colegio Grèvol del distrito de Sant Martí el pasado mes de octubre. La elección pues, este lunes, de este centro educativo como punto para presentar este ambicioso plan no ha sido casual.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha destacado la importancia de este proyecto y lo ha definido como un "cambio de mirada" que pretende que los coches dejen de ocupar estos espacios públicos, por lo que se reducirán los aparcamientos y los vehículos no podrán circular a más de 20 kilómetros por hora delante de los centros escolares, siempre que esto sea posible según el caso. "Queremos que en el entorno de las escuelas haya vida de forma segura, porque los niños y niñas son el presente y el futuro de nuestras ciudades", ha indicado Colau.

"Estas nuevas plazas serán un entorno más habitable, con menos ruido, mejor calidad del aire, más espacios de encuentro vecinal y con menor accidentalidad para los niños y niñas"

Gracias a un tráfico pacificado, estas nuevas plazas serán un entorno "más habitable, con menos ruido, mejor calidad del aire, más espacios de encuentro vecinal" y, sobre todo, con "menor accidentalidad", ha asegurado la alcaldesa, que ha cogido prestadas unas palabras de los allegados de Hugo: "Las escuelas de Barcelona han de ser un espacio que se huela en toda la ciudad, como bien me dijo un familiar".

Nueva señalización verde y naranja en las calzadas 

El consistorio pretende que los conductores reconozcan rápidamente las nuevas señalizaciones que identificarán estas zonas públicas ganadas para el uso de los menores y sus familias. Círculos de pintura de color naranja y verde indicarán en la calzada que se está a punto de pasar por delante de un centro escolar y cabe moderar la velocidad. 

A parte de la Escola Grèvol, en la que ya se ha finalizado la actuación, este 2020 se actuará en la Escola Carlit, la Escola Marillac, la Escola 9 graons, la Escola Xirinacs, las Escolàpies Llúria, el Sagrat Cor Diputació, el Institut Viladomat y la Escola Sagrada Família, entre otras. 

La teniente de alcalde de Urbanismo, Ecología y Movilidad, Janet Sanz, ha concretado que se priorizarán las intervenciones en escuelas aquejadas de "altos índices de contaminación tanto del aire como acústica, puntos complicados de seguridad viaria o más cantidad de alumnos". Y ha destacado que las comunidades escolares y vecinales estarán muy implicadas en este proyecto de centros educativos más amables, por lo que cada distrito barcelonés contará con una Mesa de trabajo para coordinar las mejoras a realizar en cada colegio. Se buscará igualmente la complicidad de voluntarios dispuestos a vigilar el tráfico a la hora de entrada y de salida de clase. 

Por parte de la plataforma Eixample Respira, Guille López ha celebrado este proyecto de pacificación de los entornos escolares aunque ha reconocido las dificultades con las que se encontrarán las autoridades para hacerlo en colegios del centro de Barcelona o en calles con mucho volumen de tráfico o escasez de aparcamiento. 

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La Escola Grèvol, la primera en ser transformada

La actuación específica en la Escola Grèvol de Diagonal Mar, es la primera finalizada dentro del plan presentado este lunes por la alcaldesa Ada Colau, Protegim les escoles, fruto de las demandas de padres de alumnos tras la muerte del pequeño Hugo. 

La directora del centro, Diana Salgado, se ha mostrado "muy satisfecha" de este nuevo espacio público protegido de 280 metros cuadrados justo delante del acceso al centro, ubicado en la calle Provençals del barrio de Diagonal Mar, y resguardado por jardineras y barandillas. "Ahora los familiares pueden esperar la salida de los alumnos y estos pueden merendar tranquilamente a la salida", ha explicado. 

En esta vía, a la altura del colegio, se ha reducido el espacio de estacionamiento para vehículos a la mitad pasando de dos carriles y dos líneas de aparcamientos a un carril y una sola línea  de parking más un aumento de las plazas de estacionamiento para bicicletas. 

La velocidad de paso de coches y motos se ha reducido a los 20 kilómetros por hora y se ha pintado en la calzada una zona naranja indicativa del acceso a esta área pacificada.