El alcalde de Palencia, Mario Simón, junto con la concejal de Cultura, Turismo y Fiestas, Laura Lombraña, han acompañado a Martínez Lera durante la rueda de prensa de este viernes de presentación de esta fiesta recuperada hace siete años.

Según han explicado durante la misma, la festividad del Obispillo tiene su origen en el Siglo XIII y conmemora la figura de San Nicolás, obispo que falleció muy joven y que al morir dejó todas sus riquezas a los niños y a los pobres.

La tradición apunta que durante casi siete siglos era San Nicolás quien traía los regalos de Navidad, como aún sigue sucediendo en Alemania, Bélgica y otros países de Europa.

En España, sin embargo, en el siglo XIX los obispos decidieron cambiar esa figura por la de los Reyes Magos de Oriente, debido a la paganización que del santo se había producido, fundamentalmente en Norteamérica, donde se había convertido en Santa Claus.

Así, retomando la tradición europea auténtica, que simboliza la entrega de las riquezas de San Nicolás entre niños y necesitados, desde el año 2012 se lleva a cabo el reparto de mandarinas entre los niños que contemplan la comitiva en las calles, durante el cortejo organizado en Palencia.

Este año se llevará a cabo el 28 de diciembre de 2019, festividad de los Santos Inocentes, con una misa a las 18.30 horas en la catedral. Al terminar la misma, tendrá lugar la ceremonia de investidura y una procesión desde la seo hasta el Ayuntamiento donde el Obispillo realizará unas peticiones al alcalde capitalino.

Las peticiones se centran en materia deportiva, concretamente en un campo de rugby y más canchas de badminton. Asimismo, ha solicitado parques infantiles adaptados para niños con discapacidad para que "tengan la oportunidad de divertirse", y actividades teatrales fuera de los colegios.