Siete furgonetas de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra y cinco de la Brigada Móvil (Brimo) han establecido desde primera hora de la mañana un gran dispositivo policial ante el número 274 de la Travesía de Gracia, de Barcelona donde vive una familia con tres hijos sobre la que pesa una orden de desahucio.  Se trata de Juan y Lívia y sus tres hijos que ya iban a ser desahuciados en dos ocasiones anteriores y hoy, finalmente, han sido desahuciados. Durante la ejecución se ha detenido a una activista por atentado a la autoridad. 

El 'Sindicat de Llogaters' ha denunciado agresiones en el interior del edificio y que los Mossos han derribado la puerta del domicilio. Dentro de la vivienda había unos cincuenta activistas para intentar evitar el desahucio. Los agentes han entrado por una ventana, han identificado y desalojado a los concentrados. En este momento es cuando se ha detenido a una de las activistas.

Ante el tercer intento de desahucio de Lívia, Juan y sus tres hijos, el Sindicat de Llogaters había convocado para esta mañana a las 9.00 horas. Los vecinos se han situado en el interior del edificio para impedir el desahucio y también se han concentrado en la calle, donde los agentes han cargado contra los manifestantes. 

Ante la dureza de las cargas policiales y del hecho de que esta familia tiene asignado un piso social para entrar a vivir en 15 días, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado que tanto la Generalitat como los juzgados están informados de este caso y ha exigido al conseller de Interior, Miquel Buch, el cese inmediato de las cargas policiales 

El caso de Lívia y Juan es un referente en la lucha por la regulación de los alquileres. El Sindicato lleva denunciando desde hace tiempo que "seguimos en una burbuja especulativa: el alquiler se come más salario en Cataluña y en España que en ninguna otra parte del mundo y una familia es desahuciada cada 12 minutos". 

En este contexto, la Lívia y el Juan "son un ejemplo de lucha" que ante una subida de precio inasumible (el 30%) que les intentaron imponer hace 14 meses, "ellos se plantaron". Durante este tiempo, "han seguido en su casa pagando el mismo alquiler, sin aceptar la subida, e intentando negociar". 

Prueba de esto, asegura el Sindicato de Llogaters en un comunicado, es el despliegue de solidaridad que el vecindario ha mostrado ante la casa de Lívia y Juan durante la noche previa al desahucio: "Ha habido un acto político y festivo, que ha contado con música, humor, y la participación de varias organizaciones y personalidades, entre ellas David Fernàndez, Txell Bonet, y Ermengol Gassiot. El mensaje del acto ha asegurado que "ha estado claro y rotundo: no permitiremos más desahucios, ni judiciales ni invisibles." Y han reclamado que "hay que legislar para acabar ya con los abusos inmobiliarios que ahogan a una mayoría cada vez más amplia, que destruyen vidas y barrios".

El comunicado explica además que el caso de Juan y Lívia también es "representativo de un problema muy habitual y del cual se está hablando poco: los rentistas con un mínimo de 5 viviendas en alquiler que imitan las prácticas de los fondos buitre".