Los musulmanes de Murcia acudirán este mes a rezar de forma más frecuente de lo habitual a las 60 mezquitas que hay repartidas por la Región. En Murcia ciudad hay tres: en el Barrio del Carmen, San Andrés y en el camino del Badén.

Ésta última carece de licencia como mezquita, pero según Manuel Muñoz, presidente de la junta de distrito de Barriomar, no ha causado ninguna molestia a los vecinos. «Es un sitio pequeño donde se reúnen para rezar».

Ucid ha pedido a todas las comunidades islámicas de la Región que hasta el 30 de septiembre, que acaba el ramadán, pidan a los musulmanes que eviten actitudes que molesten a vecinos.

Trabajo y religión

Muchos de los musulmanes que comenzaron ayer el ramadán se ven obligados a compaginar trabajo y religión. «Hace diez años sí que teníamos un serio problema con los rezos, pero ya está resuelto. Los empresarios son más tolerantes y los musulmanes han comprendido que les pagan por trabajar», dijo Mustapha Zine, delegado de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes.

El 90% de los musulmanes afincados en la Región son marroquíes y viven en zonas agrícolas. «La mayoría se concentran en El Algar y La Palma en Cartagena; Torre Pacheco o Lorca», apuntó ayer Mohamed Reda el-Qady, secretario de Ucid.

Ponerse en la piel del pobre

El ramadán es el noveno mes del calendario musulmán donde se deja de comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales desde la salida del sol hasta el ocaso, momento en el que se celebran banquetes en las casas. Enfermos, niños, ancianos, mujeres embarazadas y los viajeros están exentos de cumplir el ramadán. Los musulmanes celebran este mes para purificar el cuerpo y comprender lo que sufren los pobres.