Elvira Lindo rinde homenaje a los niños de la posguerra con un cuento musical inspirado en la infancia de su padre

  • Escrito y narrado por la autora a la que acompañan en el escenario los miembros del sexteto Linien Ensemble.
  • Puede verse en el Teatro Fernán Gómez de Madrid hasta el 15 de diciembre.
Elvira Lindo acompañada del sexteto Linien Ensemble
Elvira Lindo acompañada del sexteto Linien Ensemble
CORTESÍA TEATRO FERNÁN GÓMEZ
Elvira Lindo acompañada del sexteto Linien Ensemble

Hoy es la infancia de Sudán, Siria o Afganistán la que sufre los efectos de los 25 conflictos armados activos en todo el mundo, pero no hace muchas décadas una generación de niños españoles vivió en sus propias carnes las penurias de una guerra civil que solo dejó olor a muerte, mucho miedo y todavía más hambre. A todos ellos, a la infancia del pasado y la del presente, rinde homenaje El niño y la bestia, la primera incursión de la escritora Elvira Lindo en el terreno teatral.

La propia autora ha tenido que rebuscar en su intimidad y abrir las heridas que esa guerra dejó en su propia familia para encontrar el punto de partida de esta historia, que ella misma define como un cuento musical. Porque el niño de ese título es su padre, Manuel, quien con apenas nueve años fue enviado por su familia a vivir con una tía en Madrid pensando que esto le facilitaría un futuro mejor en aquella triste España de posguerra.

Yo creía que tenía que atrapar al público con una historia que fuese importante para mí. En realidad ya la tenía escrita porque estoy acabando un libro con historias de mis padres pero el texto era para una novela, así que lo rehice por completo para contarlo en un escenario. Y también lo elegí, claro está, porque es toda una peripecia, una aventura, con su principio y su final y la sensación que queríamos dar es la de estar contando un cuento al público” cuenta en entrevista con 20Minutos.

Manuel es, por tanto, el niño. ¿Y la bestia? “La Bestia era el mote que asignó a una mujer que lo trató con frialdad y violencia. Pero cuando llevaba mediada la escritura del relato me di cuenta de que la Bestia, en nuestra historia, es esa guerra que no acaba de irse, que mantiene a los habitantes de la ciudad muertos de miedo y víctimas de la miseria, abocados al silencio”.

No ha estado sola en este camino. La idea nació cuando la oboísta María Lindo (a la par sobrina de Elvira) se animó a pedirle un texto prestado, para llevarlo al escenario acompañado por música en directo con el sexteto Linien Ensemble. Fue entonces cuando la autora decidió cerrar el círculo y entregarle una historia que rendía homenaje tanto a su padre como a sus abuelos (otros protagonistas fundamentales de este relato).

“Cuando se fue estuve pensando mucho qué tipo de texto darle y creí que era bonito que yo escribiera algo que nos unía a ella y a mí a través la historia personal de mi padre. Creo que el grupo no esperaba que yo me implicara tanto en esta aventura, no solo en lo emocional sino en lo laboral, que le echara tanto tiempo”, añade.

Porque Lindo no es solo la autora del relato sino también la narradora. Una narradora que a pesar de debutar con este espectáculo sobre un escenario -aunque haya hecho sus pinitos en el cine con pequeños papeles cómicos- se muestra como pez en el agua acompañada de las piezas musicales compuestas para la ocasión por el finlandés Jarkko Riihimäki (pianista del sexteto). “Yo por dentro sé los nervios que paso pero luego parece que la gente no me los nota. Sin embargo lo estoy disfrutando muchísimo porque me encanta contarlo en público. Es como si les dijera a los presentes ‘acercaos a mí que os voy a contar una historia’ y eso es muy bonito”, confiesa.

Y la historia que Elvira tantas veces escuchó en boca de su padre, devuelve a la vida ahora a ese Manuel niño a través de sus palabras y acompaña sus aventuras y desventuras con las notas de un violín, una viola, un piano, un contrabajo, un clarinete y un corno inglés. “Es un niño desamparado por el Madrid de después de la guerra y los espectadores recorren con él esa ciudad y esa época, hoy tan desconocida para la mayoría, gracias a las palabras y a la música. Creo que va a sorprender al público porque está contada con mucha sinceridad”.

El niño y la bestia puede verse en la sala Jardiel Poncela del Teatro Fernán Gómez de Madrid hasta el 15 de diciembre (el 12 de diciembre habrá un encuentro con el público tras la función).

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