Este pensamiento, matizó Rivas, se expone en los presupuestos de la Consejería donde "7,4 de cada 10 euros representan gastos de inversión dirigidos a generar actividad económica y, por lo tanto, empleo".

Así lo expuso durante la inauguración del Congreso Nacional de Turismo Activo que se celebra en el Museo Elder de Las Palmas de Gran Canaria, donde apuntó que "el momento actual es una oportunidad" para apostar por un modelo turístico con menor dependencia de la touroperación e intermediación tradicional, que consideró ya se encuentra "en revisión".

Por ello, abogó por sustituirlo por una "mejor preparación tecnológica del destino", para dirigirse a un modelo turístico "sostenible, fomentando una oferta que mejore la rentabilidad y ponga las medidas de protección del territorio y de la sostenibilidad", según informó el Gobierno canario en nota de prensa.

Todo ello, dijo, después de que en los últimos tiempos se hayan vivido situaciones que "han puesto en riesgo" la principal industria del archipiélago, que "sólo gracias al trabajo y esfuerzo de todos se ha paliado en gran medida los efectos adversos inmediatos" sobre usuarios, operadores turísticos, sobre la economía canaria.

En relación al turismo activo, compuesto por pequeñas y medianas empresas y autónomos en su mayoría, indicó que los canales usados para la captación de clientes, así como su amplia y variada oferta de servicios vinculada por completo a la naturaleza y al patrimonio natural y etnográfico, hacen del mismo "un sector que se alinea completamente" con la estrategia del Gobierno canario "de diversificación turística, de apuesta por la calidad del destino".

Finalmente, indicó que desde la aprobación del Reglamento de Turismo Activo, en noviembre de 2017, hay más de 1.000 empresas inscritas en el Registro General Turístico.