Barcelona lleva un año "malo" en siniestros viarios con 19 personas muertas en accidentes de tráfico dentro de la ciudad. 11 de los fallecidos han sido motoristas y otros seis peatones, con una media de edad de 42 años, en datos facilitados este lunes por la regidora de Mobilitat, Rosa Alarcón. En 2018 fueron 21 los fallecidos "y no queremos superarlos en el mes y medio que queda de 2019", ha asegurado este lunes el teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle.

Motoristas y viandantes son los dos colectivos más vulnerables y en los que quiere poner el foco el Pla Local de Seguretat Viària 2019-2022 del ejecutivo municipal, con el que se pretende reducir en un 20% las víctimas mortales en las calles en los próximos cuatro años y en un 16% los heridos graves. Condensa 95 medidas y 124 acciones concretas. Batlle y Alarcón lo han presentado a los medios este lunes por la mañana. 

Anualmente, más del 80% de las víctimas de tráfico en Barcelona se reparten entre peatones y motociclistas

El objetivo de este plan de choque en cuanto a muertes es "0", que no haya ninguna. No obstante, se trabaja con un horizonte de 17 fallecidos y 167 heridos graves como máximo en 2022, ha indicado este lunes el intendente mayor de Tráfico de la Guardia Urbana de Barcelona, Juan José Vilanova. 

Motos y peatones, los colectivos más vulnerables

Anualmente, más del 80% de las víctimas en Barcelona se reparten entre peatones y motociclistas. Las motos concentran cada año el mayor número de víctimas graves o mortales. Entre 2015 y 2018, el 47,6% de los heridos de gravedad en accidente iban en moto o ciclomotor y un 48,8% de los fallecidos también. Solo el año pasado, de los 236 heridos graves un 92% pertenecían a este colectivo vulnerable o al de los peatones. 

Carril bici de un único sentido en la calle Provença 

En el marco de este Plan (que se presentará en la Comisión de Presidencia del próximo miércoles y que abrirá un proceso de participación previo a su aprobación definitiva en Pleno) se quiere avanzar a medio plazo en "liberar las aceras para los peatones", ha dicho Alarcón, no solo bajando los patinetes o las bicicletas a la calzada sino eliminando obstáculos como postes que permitan que los viandantes "puedan caminar más libres y seguros".

Tres nuevos radares 

A más corto plazo, el Ajuntament ya trabaja en generar "un entorno más amable" para la movilidad a partir de la señalización de espacios donde actualmente hay "confusión para el peaton". Es el caso de los carriles bici de doble sentido en vías con un único sentido para la circulación a motor. 

Una medida concreta que se va a adoptar en breve, ha avanzado el consistorio este lunes, es la de reconvertir el carril bici de la calle Provença en un único sentido que coincida con el de la circulación. El otro sentido lo asumirá el carril bici de la calle Mallorca. "Así el peatón no ha mirar a los dos lados" al cruzar un carril bici, ha dicho Alarcón. 

A lo largo de 2020 se instalarán nuevos radares en la ronda del Litoral, el túnel de la Rovira y el de Badal

Otra gran amenaza para la movilidad es la derivada de no respetar los límites de velocidad en las rondas (60km/h) o en las zonas 50 y 30 de la ciudad. "Sabemos que a mayor velocidad hay mayor probabilidad de siniestralidad y de lesiones más graves", ha recordado el intendente Vilanova. Alarcón ha añadido que "la velocidad en nuestra ciudad es demasiado alta" por lo que ha abogado por ampliar las zonas 30.

Por este motivo, la Guardia Urbana instalará un nuevo radar de tramo en el túnel de la Rovira que se añade al que ya funciona en la ronda de Dalt. Estos aparatos leen una misma matrícula en dos tramos diferentes de la vía y en un función de su velocidad media genera "una propuesta de sanción", ha comentado Vilanova.

A estos se añadirán en 2020 dos nuevos radares fijos en el túnel del Badal de la ronda del Mig y en el tramo del Moll de la Fusta de la ronda del Litoral que por su configuración física, genera muchas infracciones de velocidad.  

Infracciones de vehículos extranjeros

En los carriles 30, se está apostando por la instalación temporal de radares pedagógicos, que son "un termómetro de cómo se circula" y que apuestan por la concienciación del conductor "avisándolo" tanto de si cumple como si no cumple el límite de velocidad, ha indicado el responsable de la Urbana. A día de hoy hay desplegados entre 80 y 100 de estos radares por la ciudad. 

Por otro lado, el Ajuntament también está trabajando con la Dirección General de Tráfico (DGT) en un convenio que permita poder enviar telemáticamente las infracciones por exceso de velocidad cometidas por vehículos de otros países de la Unión Europea a sus países de origen. 

Los infractores en motos compartidas serán expulsados del servicio

Entre las personas que se desplazan a pie por la ciudad se concentra el 30,5% de los heridos graves y el 41,3% de las víctimas mortales. 

Las empresas de motos y bicis compartidas se doblarán en Barcelona a partir de enero

En muchos de estos siniestros se están viendo implicados vehículos de movilidad personal (VMP) como los patinetes eléctricos. 

Es por ello que el consistorio estudia que las empresas con las que se están negociando las licencias de motosharing se comprometan a respetar un código de buenas prácticas viarias redactado por la Guardia Urbana. 

"Los usuarios que se salten las normas de circulación serán expulsados del sistema", ha asegurado Alarcón, quien ha indicado que se estudiará implantar esta medida en el servicio público del Bicing. 

Más de un millar de patinetes requisados

La regidora ha recordado que se está detectando que muchos de estos conductores de motos compartidas son "no habituales" y que "su impericia" o su "mayor tasa de  consumo de alcohol y drogas" son factores de gran riesgo viario. 

En cuanto a los patinetes, se siguen revisando los que operan sin permiso actualmente en Barcelona. Ya se han retirado más de un millar de unidades de las calles que se encuentran aparcadas en un almacén municipal. 

Barcelona registró en 2018 un un índice de accidentalidad por capita de 5,7 accidentes por cada 1.000 habitantes en una ciudad con apenas 101 kilómetros cuadrados y 1.620.809 residentes censados. 

En lo que llevamos de año se han registrado 7.772 accidentes con víctimas en el interior de la capital catalana, un 0,9% más que en el mismo periodo del año anterior, en los que han resultado heridas 9.973 personas (9.800 con heridas leves, un 0,67% más, y 173 con heridas graves, un 12,63% menos). 

En un día laborable se producen cerca de 6,1 millones de desplazamientos, de los que 4,5 millones los realizan residentes. Un 50,4% de estos movimientos (2,09 millones) se llevan a cabo a pie o en bicicleta.