Siempre se le pide a las grandes marcas que, más que ponerse una medalla, un color determinado o un cambio de logo en los días del año que corresponden a ciertas urgencias sociales, tomen medidas. Y eso es lo que ha hecho Prada, que se está aupando como uno de los baluartes dentro de la industria en términos de sostenibilidad y medio ambiente.

Ya venían dando pequeños pasos, sobre desde que, en 2016, PETA entró como accionista para intentar que dejasen de hacer bolsos de piel de avestruz. Tres años después, el pasado mayo, la marca anunciaba que dejará de usar pieles de animales en 2020 (aunque no retirará del mercado los productos ya existentes).

Ahora, la firma italiana va más allá y acaba de firmar un acuerdo pionero que no solo sirva como medida de márketing, sino que tenga repercusiones futuras: un préstamo por valor de 50 millones de euros a cinco años con la entidad bancaria francesa Crédit Agricole Group.

Tanto el acuerdo como sus cláusulas están vinculadas con la búsqueda de una sostenibilidad mayor por parte de la empresa y en innovación y desarrollo de productos eco-friendly, puesto que así, cumpliendo diversos objetivos, se verá reducida la tasa de interés. 

Algunas de estas medidas u objetivos que deben adquirir dentro de Prada son las horas de formación en materia de sostenibilidad de sus empleados o el número de tiendas con una certificación LEED Gold o Platinum (un sistema de certificado de edificaciones en base a la eficiencia energética y de consumo de agua, la utilización de energías alternativas o la mejora de la calidad ambiental interior).

También claro, el uso de materiales como el nailon reciclado, algo de nuevo en lo que Prada, con su proyecto Re-Naylon, va a estar en la cabeza. Será a partir de 2021 y consta de una alianza con Aquafil, una empresa que produce Econyl, nylon fabricado de recursos plásticos, logrando de esta limpiar los océanos y lagos de redes y residuos, reducir los vertederos textiles y minimizando los desperdicios.

Todo ello, claro, conformará a Prada como el ejemplo a seguir por parte de sus competidores. "El sector del lujo está cada vez más comprometido en el desarrollo de un modelo de negocio más sostenible", han sido las palabras de Alberto Bezzi, banquero de Crédit Agricole, a los que ha convencido la propuesta de la marca fundada por Mario Prada en 1913.

"Este acuerdo demuestra que la sostenibilidad es un elemento clave para el desarrollo del Grupo Prada y que cada día está más integrada en nuestra estrategia empresarial. Confiamos que esta colaboración con Crédit Agricole, líder en su sector, nos ayude a introducir los beneficios de la responsabilidad empresarial al mundo financiero", ha desarrollado la idea Alessandra Cozzani, actual directora financiera de la firma.

Por si fuera poco, otras de las acciones en este terreno de la compañía, que tiene en su propia página web un apartado de sostenibilidad, van a ser presentadas dentro de pocos días en Shaping a Sustainable Future Society, una charla sobre políticas medioambientales que darán en Nueva York dentro de una edición que está focalizada en las responsabilidades sociales, el impacto en el público y la ética de las empresas modernas con respecto a sus consumidores