Taylor Swift denuncia chantajes y amenazas de dos ejecutivos para impedirle cantar sus propias canciones

  • Scooter Braun y Scott Borchetta son los dueños de sus derechos y no le dejan cantarlas en los AMA.
  • En dichos premios, ella recibirá el reconocimiento a Artista de la Década.
  • Además, los ejecutivos han cabreado a sus fans porque también están torpedeando un documental de Netflix.
La cantante estadounidense Taylor Swift, con una original conjunto de chaqueta con pedrería, a su llegada a la alfombra roja de los MTV Video Music Awards 2019.
La cantante Taylor Swift, en los MTV Video Music Awards 2019.
DJ Johnson / EFE
La cantante estadounidense Taylor Swift, con una original conjunto de chaqueta con pedrería, a su llegada a la alfombra roja de los MTV Video Music Awards 2019.

Aunque, en la próxima edición de los American Music Awards podría batir un récord que pertenece a Michael Jackson, parece ser que Taylor Swift no lo está pasando bien pensando en la ceremonia de premios. Y todo por culpa de dos viejos conocidos con los que ya ha tenido sus más y sus menos: Scooter Braun y Scott Borchetta.

Estos son los responsables de aquel tremendo enfado de la artista, que recibió muchísimo apoyo por parte de la industria, debido a que le arrebataron los derechos de sus canciones y por los que ha anunciado, en un acto que ha sorprendido a propios y extraños pero que tiene toda la lógica, que volverá a grabar sus seis primeros discos al completo en 2020 (su séptimo disco, que sacó en agosto, lo publicó con Republic Records, que forma parte de Universal Music Group).

Scooter Braun es un conocidísimo mánager de estrellas (como Justin Bieber) y Scott Borchetta, el propietario de la discográfica Big Machine, y se han hecho socios en la compra del sello que editó los primeros trabajos de Swift, por lo que no le han dejado opción alguna de compra o de tanteo. Y ahora la cosa ha ido a más, decíamos, en los futuros AMA.

La artista les ha acusado en Twitter, pidiendo además ayuda a sus fans, de un "control titánico" sobre sus composiciones, hasta el punto, alega la autora de Shake it off o Look what you made me do, de que quieren impedirle cantar algunas de sus canciones más famosas en la próxima gala del día 24 de noviembre.

Vamos a por más, porque en esa misma entrega de premios Taylor Swift será reconocida como Artista de la Década, ni más ni menos. Y no le permitirán entonar ni lo más mínimo de algunas de sus hits del pasado como Tim McGraw, Love Story, Mine, Back to December o We Are Never Ever Getting Back Together.

"Don't know what else to do" ("Ya no sé qué más hacer") escribía Swift junto al texto en sus redes sociales en el que explica toda la problemática a sus fans en busca de ayuda, dado que ella aún tiene los derechos sobre las letras y la música, pero no sobre el todo. 

"Tenía planeado interpretar un popurrí de mis éxitos de la última década en la gala. Scott Borchetta y Scooter Braun ahora me han dicho que no tengo permitido interpretar mis antiguas canciones en televisión porque, alegan, sería como regrabar mi música antes de que me esté permitido el año que viene", comienza explicando la artista, que ya expuso en Tumblr que publicará sus antiguas canciones rehechas a partir de noviembre del año que viene.

Pero el comunicado de Swift ha tenido otra noticia más. Y ha sido como la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de sus fans: la artista ha explicado que Netflix está grabando un documental sobre su vida pero que ambos ejecutivos están bloqueándolo.

"Más aún, y esta no era la forma con la que pretendía contaros esta noticia, Netflix ha hecho un documental sobre mi vida en los últimos años. Scott y Scooter han declinado que se pueda hacer uso de mi música o de las grabaciones de mis actuaciones para ese proyecto pese a que no se les menciona ni a ellos ni a Machine Records en ningún punto de la película", afirma la artista de Reading, Pensilvania.

Acto seguido, Swift argumenta que han llegado a extorsionar a su equipo y a ella misma, bajo el pretexto de dos condiciones: no regrabar las canciones el año que viene, lo que le permite la ley y que ella asegura que tiene ganas de hacer, y segundo, dejar de hablar de Braun y Borchetta, tanto su equipo  ("les han pedido que no hablen de ellos", comenta) como ella misma hizo el pasado jueves en una entrevista con la CBS.

"Creo profundamente que compartir lo que me está pasando puede cambiar el nivel de concienciación en otros artistas y potencialmente les ayudará a evitar un destino parecido. El mensaje que me han enviado a mí es muy claro:. Básicamente, sé una niñita buena y cállate o serás castigada", puntualiza Swift.

"Esto está MAL", advierte Swift sobre ese uso inadecuado del poder. "Ninguno de estos hombres puso una mano en la escritura de esas canciones. No hicieron nada para crear la relación que tengo con mis fans, así que aquí es cuando os pido ayuda", prosigue.

Esa ayuda, además, la busca desesperadamente, porque alude a otros artistas que trabajan con Braun (además de Bieber, también Ariana Grande está con él) para que interfieran: "Por favor, pedidles su ayuda con esto. Tengo la esperanza de que quizá puedan hacer entrar en razón a dos hombres que están ejerciendo un control tiránico sobre alguien que solo quiere interpretar la música que escribió". 

Acude, en un último llamamiento dentro del comunicado, incluso a The Carlyle Group, el grupo financiero que prestó el dinero a Braun para la compra del sello discográfico que tenía sus canciones.

Estrellas como Selena Gómez, Halsey, Lilly Allen o Gigi Hadid ya se han pronunciado a favor de la artista con el hashtag #IStandWithTaylor ("Yo apoyo a Taylor"), algo que también ha hecho el Mad Cool Festival, donde la artista tiene programados varios conciertos el año que viene. 

Muchos fans se han eco de sus últimas palabras antes de iniciar una campaña en change.org que lleva miles de firmas en apenas unas horas. "Solamente quiero ser capaz de poder interpretar MI PROPIA música. Eso es todo. He intentado arreglar esto de manera privada a través de mi equipo, pero no ha sido posible resolver nada", se mantiene la artista.

"Ahora mismo, mi actuación en los AMA, el documental de Netflix y cualquier otro evento grabado que tengo planeado hacer hasta noviembre de 2020 van acompañados de un signo de interrogación. Os quiero. Creo que teníais que saber lo que ha estado pasando", finaliza Swift su comunicado.

Se les va de las manos

Aún lejos de que se resuelva este conflicto, ha aparecido otro que ha recogido el medio The Verge: el comunicado de Taylor Swift ha provocado que muchos fans y seguidores de la cantante estén compartiendo y haciendo público los números de teléfono e incluso las direcciones de sus casas de ambos ejecutivos.

Aunque aseguran desde la publicación que no ha podido confirmar que sean las verdaderas, el medio alude al término doxing: "práctica de investigación, recopilación y difusión [en redes sociales] de información sobre una persona que fue específicamente seleccionada con un objetivo concreto o como una venganza".

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