La Policía Local de Lugo acudió el pasado fin de semana a una vivienda tras recibir avisos de los fuertes ruidos producidos por una fiesta. Tras unos instantes en la zona, los agentes comprobaron que la llamada se había realizado desde la misma casa en la que estaba teniendo lugar la fiesta. 

Según informa La Voz de Galicia, los jóvenes que protagonizaron los hechos estaban alertando insistentemente a los policías, para que se acercaran a la vivienda y así poder grabarlos y subir los vídeos a las redes sociales.

Una vez realizadas las averiguaciones pertinentes, los agentes identificaron a todos los implicados. Según el atestado, "se considera esta conducta como infracción grave al realizar llamadas reiteradas con las que se comunican avisos falsos de urgencias, movilizando injustificadamente efectivos policiales".

Ahora, y tenido en cuenta estas apreciaciones, los jóvenes podrían enfrentarse a multas de entre 1.000 y 15.000 euros tras la apertura de un expediente sancionador.