Cuando Keanu Reeves apareció de la mano de Alexandra Grant en la pasada gala LACMA Art + Film, organizada por la firma de moda Gucci y celebrada en Los Ángeles este fin de semana, muchos medios hablaron de su "sorprendente" novia, la primera que se le conoce públicamente en los últimos 20 años.
Las redes han alabado al actor, de 55 años (ella tiene 46), y a su nueva pareja, después de que en 20 años el protagonista de Matrix se negara a hacer público nada de su vida privada -aunque esto dejara un momento desternillante cuando tanto él como Sandra Bullock, su partenaire en Speed, se descubrieron mutuamente como el amor platónico o crush del otro mientras rodaban juntos-.
La razón por la que Reeves no hablaba de su intimidad es, por un lado, lo mal que lo pasó con la muerte de su mejor amigo, River Phoenix, por una sobredosis en 1993 (año en el que también arrestaron a su padre, que lo maltrató, por tráfico de drogas), y por otro, el año 1999, su peor etapa.
Reeves salía con Jennifer Syme, su asistente personal y quien ha considerado siempre la mujer de su vida. Ella dio a luz, a los 8 meses de gestación, al bebé que esperaban, Ava Archer, que nació muerta. Esto les sumió en la mayor de las tristezas, que se agravó primero con una ruptura por la tensión acumulada y que hizo al intérprete tocar fondo cuando, en abril de 2001, le comunicaban la muerte en un accidente de tráfico de Syme.
Desde entonces, no se le conocía pareja ni relación estable, siendo más aplaudido por su idilio con el éxito en la saga John Wick, por ser una estrella con todos los fans que se acercan a él, sean tímidos o no (como el del ya famoso helado), o como protagonista de muy variados y famosos memes de Internet. Y llegó Alexandra Grant, a qui en sin embargo conocía desde hace una década.
Todos los lenguajes
Aunque actualmente reside y está asentada en Los Ángeles, Grant es originaria del estado de Ohio. Antes de llegar a la Costa Oeste, estudió Historia y Arte en la Universidad de Swarthmore, Pensilvania, muy cerca de Filadelfia, Nueva York, Baltimore y de Washington.
Más tarde se trasladó a San Francisco, para graduarse de Dibujo y Pintura en la Universidad de Bellas Artes de California, tras lo cual y dada su naturaleza curiosa, ha vivido en numerosos países como España, Francia o México. De todos estos sitios Grant extrajo enseñanzas para su principal especialización: el uso del lenguaje verbal y del texto para la creación de diferentes obras en distintas ramas como la escultura, la pintura, la fotografía o incluso el cine.
Según ha trascendido, la pareja se conoció en una cena de amigos en 2009, de una forma totalmente fortuita, aunque rápidamente congeniaron debido a la pasión literaria de ambos. Tanto era así, que su primera colaboración no tardó en llegar.
Fue en el año 2011, cuando sacan Ode to Happiness (Una oda a la felicidad, en español), una sátira de la vida del autor, al que por entonces tenían en Internet por un melancólico, que en teoría tenía que ser solo una broma pero que fue ganando con el boca oreja y finalmente ilustrado por Grant.
En 2016 volverían a colaborar con Shadows (Sombras), aunque en este caso se repartieron las tareas. Tan contentos quedaron que montaron su propia editorial, X Artists' Books, fundada en 2017, y que da visibilidad a obras literarias de estilos más o menos inclasificables dentro de unos patrones clásicos y que, por lo tanto, tendrían menos posibilidades en el mercado.
Grant en solitario
Alexandra Grant tiene en su haber, desde que comenzase su carrera, numerosas muestras en París o Nueva York, siendo la primera que realizó en solitario en el año 2004 -aunque comenzó a exponer en 1999-. Desde entonces se ha codeado con grandes personalidades de renombre.
Por ejemplo, ha llegado a crear espacios u representaciones artísticas y dado conferencias y charlas a cuatro manos con ilustres como el artista Channing Hansen, la filósofa Hélène Cixous o el escritor Michael Joyce. También ganó la beca Jackson Pollock - Lee Krasner o la COLA, que otorga la ciudad de Los Ángeles.
Porque no solo ha expuesto en la ciudad californiana, sino que sus obras se pueden ver en sus museos, como el de Arte Contemporáneo o el LACMA (Los Angeles County Museum of Art), o alrededor del mundo, en la Art Gallery de Ontario, Canadá o el Blanton Museum, de Austin, Texas.
Por último, Grant es toda una filántropa y en 2008 fundó grantLOVE, que se define como "un proyecto sin ánimo de lucro, circular y operativo, que produce y vende obras de arte, cuyos beneficios sirven para el siguiente artista".
En este aspecto se parece bastante a Reeves, que donó el 70% de sus ingresos por Matrix a diferentes asociaciones que trataran la leucemia, cáncer que superó su hermana cuando era pequeña.
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