Olmeda de las Fuentes, un refugio de artistas a 50 km de la M-30

  • El llamado ‘pueblo de los pintores’ acoge a más de una veintena de jóvenes creadores de diferentes disciplinas.
Marta Rivera junto a la alcaldesa de Olmeda de las Fuentes, Victoria Roldán, paseando por la localidad.
Marta Rivera junto a la alcaldesa de Olmeda de las Fuentes, Victoria Roldán, paseando por la localidad.
Comunidad de Madrid
Marta Rivera junto a la alcaldesa de Olmeda de las Fuentes, Victoria Roldán, paseando por la localidad.

Olmeda de las Fuentes (346 habitantes) se erige en un cerro de la Alcarria madrileña. En sus calles estrechas de casas encaladas conviven el silencio, los vecinos de toda la vida y al menos dos decenas de artistas que han ido llegando al pueblo en los últimos años.

Pintores, escritores, fotógrafos, músicos, actrices, lutieres... todos han elegido este pueblo a 50 kilómetros de la M-30 para establecer su residencia. No han sido pioneros en su decisión: han recogido el testigo de un grupo de artistas plásticos que en los 60 llegó a este municipio y lo convirtió en su refugio. De hecho, Olmeda es conocido en el mundo del arte como "el pueblo de los pintores" gracias a ellos. Ahora que la mayoría han desaparecido, el pueblo honra su memoria con una ruta que recorre las casas en las que vivieron y establecieron sus estudios.

No es el único recorrido que se ofrece al visitante: Olmeda también recuerda a su vecino más ilustre, Pedro Páez Jaramillo, un misionero jesuita que está considerado el descubridor de las fuentes del Nilo Azul (Etiopía), en 1613. Su figura –"una suerte de Indiana Jones", de acuerdo con la alcaldesa de la localidad, Victoria Roldán– estaba soterrada bajo el peso de la Historia pero el escritor Javier Reverte logró recuperarla hace años.

Desde entonces, a Páez se le brinda un justo reconocimiento y ya se está preparando la conmemoración del cuarto centenario de su muerte, que se celebrará en 2022. La consejera de Cultura, Marta Rivera, que hace unos días eligió la localidad para presentar las líneas de trabajo que va a seguir esta legislatura, anunció que el Gobierno regional apoyaría la efeméride.

Muchos de los artistas que hoy viven en el pueblo reconocen que el precio de la vivienda en Madrid les terminó echando de la capital, pero a la par se deshacen en elogios a Olmeda. Bendita la hora del exilio del asfalto, vienen a decir. Los creadores, la mayoría jóvenes con hijos en edad escolar, han descubierto un ritmo de vida que les permite trabajar más cómodamente, e incluso, contagiarse entre disciplinas y enriquecerse a sí mismos y a sus obras.

Al visitante, el pueblo ofrece una imagen de comunidad afable y acogedora. Los vecinos mantienen la estética de las calles, participan desinteresadamente en la prestación de servicios (como la apertura del centro cultural que tiene una pequeña biblioteca y una sala de exposiciones) y tienen su propio transporte colaborativo para viajar a Madrid, al que han llamado "Olmeda te lleva".

La vida en este municipio parece idílica, pero lo cierto es que los vecinos señalan que tienen algunas necesidades. Entre ellas, mejorar la conexión de transporte público con la capital, un colegio para el medio centenar de niños menores de 10 años que vive en el pueblo (la escuela cerró hace varios años) y un centro de actividades en el que todos los vecinos puedan disfrutar y crear, porque la cultura en Olmeda no quiere dar tregua. 

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