El objetivo de estas ayudas es incrementar la productividad y la competitividad de aquellas empresas con menos de 10 trabajadores a través de la realización de actuaciones como la adquisición de nuevos activos y la modernización tecnológica. Así, por ejemplo, se subvencionan activos fijos nuevos, como bienes de equipo, herramientas, instalaciones y servicios auxiliares.

En la convocatoria para 2019, publicada en el Boletín Oficial de Cantabria del 13 de noviembre de 2018, a cada una de las empresas beneficiarías se les ha concedido un 30 por ciento fijo de la inversión subvencionable.

EL 23% DE LAS BENEFICIARIAS, DE LA CUENCA DEL BESAYA

Las actividades más frecuentes a las que se dedican estas microempresas son los talleres de reparación de vehículos, carpintería de madera, artes gráficos y el sector del metal, la mayoríade ellas localizadas en el entorno de Santander, Camargo y Torrelavega.

Concretamente, un 23 por ciento del total de las solicitudes aceptadas son de empresa radicadas en la cuenca del Besaya, ha informado en un comunicado el Gobierno de Cantabria.

El consejero del área, Francisco Martín, ha destacado el sector industrial tiene una "importancia estratégica" en la generación de crecimiento y empleo de la región" ya que las empresas industriales se caracterizan por tener unos niveles de I+D e innovación más altos que las de los demás sectores, al tiempo que "tienen un fuerte efecto tractor sobre el resto de la economía, provocando una fuerte generación de empleo indirecto en el resto de los sectores".