La policía de Marruecos ha desmantelado una supuesta célula terrorista compuesta por seis personas vinculadas al grupo yihadista Estado Islámico (EI), con base principal en la periferia de la ciudad de Casablanca.

Un responsable de seguridad marroquí ha explicado que esas personas, que habían adquirido un arsenal de armas blancas y de fuego, fueron arrestadas en operaciones simultáneas en la ciudades norteñas de Chauen y Uazán y en la localidad de Tamaris, cerca de Casablanca.

En esa última población, los supuestos terroristas tenían un escondite en una casa para ocultar armas, productos químicos y diferentes tipos de equipos que supuestamente adquirieron para llevar a cabo sus planes terroristas, agregó.

La policía halló en ese escondite y en las casas de los detenidos dos rifles de caza, tres pistolas (dos de ellas cargadas), una cantidad de municiones de diferente calibre, dos banderas del EI y un manuscrito de pleitesía hacia el cabecilla del grupo terrorista, Abu Bakr al Bagdadi, precisó la fuente.

Asimismo, fueron encontradas varias armas blancas de diferentes tipos, 13 bolsas de distintos tamaños con productos químicos y botellas con líquidos sospechosos, que la policía cree que podrían ser ingredientes para fabricar cargas explosivas.

Los servicios de seguridad descubrieron equipos de navegación y submarinismo, entre ellos una barca neumática, una brújula, trajes de protección térmica, y cámaras y linternas acuáticas, así como una ballesta.

Además, hallaron teléfonos móviles, pasamontañas, guantes, prismáticos, transmisores-receptores portátiles (walkie-talkie), y varias esposas de metal y plástico.

Detenciones en Marruecos

La operación fue desarrollada por el Buró Central de Investigación Judicial (BCIJ, órgano antiterrorista) en coordinación con la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) y los arrestados serán presentados ante la justicia cuando terminen los interrogatorios policiales.

El servicio antiterrorista marroquí desmantela con frecuencia grupos simpatizantes yihadistas, presentados casi siempre como seguidores del EI, y que tienen entre sus objetivos instalaciones policiales, turísticas o diplomáticas.

La única vez que uno de estos grupos pudo pasar a la acción fue el pasado diciembre, cuando asesinaron a dos turistas escandinavas (una degollada y otra decapitada) dentro de una tienda de campaña en las faldas del Alto Atlas marroquí.