"He tardado dos horas y media en llegar al trabajo cuando normalmente son 45 minutos. Sin tráfico es un trayecto de poco más de veinte minutos", cuenta Irene Gómez, al tiempo que relata su periplo recorriendo la ciudad de la mano de Waze para intentar esquivar los atascos de entrada a Madrid sin éxito.

Cuenta que se ha encontrado tres accidentes y lluvia, una combinación que atora las principales arterias de la capital con demasiada regularidad, "con lo que he tardado, podría haber llegado a mi pueblo en Extremadura". 

Efectivamente, Madrid ha iniciado el día de forma especialmente complicada en las carreteras. El Centro de Gestión de la Movilidad de Madrid comenzaba informando del corte del túnel baipás (sentido a-1) que, unido a la lluvia, empeoraba las retenciones habituales a primera hora. 

Poco después reportaban un accidente que obligaba a cortar un carril en avenida de los Reyes Católicos. 

Otro accidente en la M-607 a la altura de Tres Cantos se traducía en más de 10 kilómetros de retenciones de entrada a Madrid. 

A lo que se unía el acceso cortado desde Ventisquero de la Condesa a M-40 en sentido A-6 por obras del ministerio de Fomento. 

Incidencias destacadas a las que se une la lluvia y los pequeños accidentes habituales en estas circunstancias y que se han traducido en atascos kilométricos que han impedido llegar a tiempo a su destino a muchos madrileños.  

Las carreteras que más retenciones han presentado, además de la M-30 y la M-40, han sido la A-1 a la altura de San Agustín de Guadalix, la A-3 en Rivas, la A-4 en Pinto, la A-6.

Mejorar el transporte público desde las ciudades de la periferia

"¿Qué nos dice la Administración? Que usemos el transporte público, pero yo, que vivo en Leganés, tardaría dos horas si lo usara", se queja Irene Gómez.

Esa reivindicación de mejorar el acceso mediante transporte público desde las ciudades aledañas a la capital es una constante en las redes sociales los días de atasco.