Según ha informado la Comisión en un comunicado, la población del norte del país -mayoritariamente kurda, pero también compuesta por asirios, cristianos, árabes, yazidíes y otras minorías étnicas y religiosas- se ve nuevamente asediada por las bombas y obligada a desplazarse a zonas menos conflictivas.
Desde la Comisión de Derechos Humanos del Icaib quieren denunciar públicamente la invasión de dicho territorio "por un país que pertenece a la OTAN y que tiene fuertes vínculos económicos y sociales con Europa, como es Turquía".
"No podemos permitir una agresión más, que hace todavía más inestable e insegura la vida y la convivencia en Siria. La utilización de la fuerza bélica para desplazar a la población autóctona y alterar la composición demográfica, intención anunciada por el propio gobierno turco, es una vulneración de las normas internacionales de derechos humanos", han argumentado.
"Los derechos de las personas internamente desplazadas se derivan del artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y se desarrollan con más detalle en los Principios Rectores de la ONU de los desplazamientos internos, por lo que no podemos más que anunciar nuestra más enérgica repulsa a la intención planteada por Turquía", han continuado.
El compromiso de la defensa de los derechos humanos está por encima de los intereses económicos o políticos, por lo que desde la Comisión de Derechos Humanos solicitan una actitud "firme y activa de los responsables políticos estatales" para que exijan su efectivo cumplimiento y, en definitiva, para que cese la agresión militar turca a los pueblos del norte de Siria.
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