Después de cumplir la condena de ocho años por tráfico de drogas –sentencia dictada en 2009–, Cameron Douglas, hijo de Michael y nieto de Kirk, parece haber reconducido su vida. Ahora, rehabilitado de su adicción a la cocaína y la heroína, se encuentra sumido en la presentación de sus memorias, que se presentan este martes, 22 de octubre, Long way home, un sentido libro que lleva escribiendo desde su salida de prisión. 

En él, habla de cómo es nacer y crecer en una familia poco convencional en la que, cuando solo era un niño, se vio obligado a repartir marihuana entre los asistentes a las fiestas de su padre.

Esta ha sido una de las declaraciones más polémicas de Cameron, aún sin confirmar por el principal acusado, Michael Douglas. Pero, el primogénito del actor asegura que, en más de una ocasión, su padre le dijo: "Oye, lleva esto a tu tío"; y él lo hacía sin darse cuenta de que estaba repartiendo droga entre los invitados. "A medida que crecía, iba de un lado a otro y veía más de lo que se suponía que debía ver: a adultos haciendo las cosas que hacen los que viven vidas excesivas", sentencia. Una realidad que, en su adolescencia le llevaba a esperar el fin de la fiesta para recoger, y consumir, las sobras de la marihuana que, anteriormente, había repartido.

No obstante, Cameron Douglas no culpa directamente a su padre de su drogadicción, pues siente que solo él es el responsable de sus malas decisiones, aunque en el libro sí que aborda lo difícil que es ser adolescente en una familia admirada por todo el mundo. 

“Es extraño crecer viendo a tu padre y a tu abuelo como gigantes proyectados en pantallas y vallas publicitarias", narra en su libro. “¿Cómo compites con Kirk Douglas? ¿Cómo vives a la sombra de Michael Douglas?”, se pregunta.

Un giro de 180º

Para Cameron Douglas la vida ha dado, en el último año, un giro de 180º. El hijo del respetado actor de Hollywood, fruto de un matrimonio anterior, parece haber dejado a atrás la espiral de autodestrucción en la que se encontraba sumido desde que empezase a acaparar los titulares más morbosos. 

Adicto a la cocaína y a la heroína desde joven, Cameron acabó traficando con metanfetaminas; una actividad ilegal que le llevó a la cárcel en 2009 y donde ha permanecido los últimos ocho años.

Cabe destacar que, aunque la relación con su padre durante los años de su adicción era un continuo vaivén, ahora han fortalecido los lazos. De hecho, en una entrevista conjunta con la revista People, el actor habló de lo difícil que había sido este camino para ambos, pero, después de pensar que "lo perdía", decidieron andar juntos y ayudarse.