La Policía ha detenido a cinco personas que trabajaban en una empresa de telefonía móvil en Puerto Banús, desde donde presuntamente realizaron operaciones fraudulentas con tarjetas de crédito clonadas o sustraídas, por valor de 500.000 euros.

Las tarjetas de procedencia fraudulenta eran "pasadas" en el establecimiento sin ningún tipo de medida de seguridad y con conocimiento de su procedencia hasta "secarlas", siendo partícipes los empleados al cargar en ellas cantidades mayores a las ventas realizadas que se repartían como beneficio, según informa la Comisaría Provincial de Málaga. La "desmesurada" cantidad de operaciones ilegales realizadas llevó a diferentes entidades bancarias a retirar a la tienda decenas de TPV (aparatos por los que se "pasa la tarjeta") por irregularidades en su uso, los cuales se iban acumulando en cajas en el almacén del establecimiento.

Modus operandi

Las investigaciones, iniciadas hace un año, establecen como "modus operandi" que las tarjetas las llevaban al establecimiento "clientes fijos" que acudían a diario, aunque siempre con tarjetas con diferentes nombres, estando especializados algunos de estos clientes en la clonación de las mismas.

En algunas de las tarjetas se llegaron a cargar operaciones por valor de 30.000 euros, según las fuentes, que señalan que además fueron intervenidos efectos expuestos para la venta que ya constaban como vendidos en los libros de contabilidad y por lo que ya se había cobrado mediante tarjetas de crédito.

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