«Les han cortado la luz y el agua, pero siguen enganchándose de forma ilegal», denuncia Manuel Medina, presidente vecinal. Según él, el problema ya lo tienen «más de tres años;lo sabe el Ayuntamiento, pero nos dicen que lo han denunciado en el juzgado. Lo único cierto es que ahí siguen y no los desalojan. Y esas casas tenían que tirarlas».
Los vecinos de Juan XXIII acusan al propietario de estas viviendas, conocido en el barrio como el sirio, de comprarlas para luego dividirlas en infraviviendas «y realquilarlas a inmigrantes por 300 euros. Esto no se puede tolerar», lamenta Medina. El Consistorio alicantino reconoce estos focos, «aunque están controlados» ha señalado Sonia Alegría, delegada de Presidencia.
Mientras los inmigrantes se hacinan en estos pisos patera, el 17% de las viviendas de la Zona Norte (que integra a seis barrios, entre ellos Juan XXIII) están vacías (son 2.323 de 13.138).
El estudio del Plan Integral de la Zona Norte municipal constata que hay infraviviendas «en Juan XXIII, Colonia Requena y Nou Alacant»,y que en el 9% de las casas viven más de cinco personas.
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