Más de 300 niños de tres años que se estrenarán en un colegio el próximo curso lo harán en otro centro distinto al que querían sus padres. O, por lo menos, al que estos pensaban como primera opción para sus hijos.

El proceso de admisión en las aulas de Infantil de la ciudad ha dejado sin esa oportunidad al 15% de solicitantes (311 alumnos). Un curso más, los colegios privados y concertados son los que más calabazas han dado a los padres -reúnen cerca del 80% de los expedientes denegados-, al haberse visto sobrepasado por las solicitudes, que en algunos casos llegaron a duplicar el número de plazas ofertadas.

Salesianos, Compañía de María, Hijas de Jesús y Santa María del Mar ocupan los primeras puestos del top ten de centros demandados, y suman la mitad de los no admitidos. A pesar de que este año se ha concedido la primera opción en el 84,9% de los casos, no sólo ha habido problemas en los centros subvencionados.

En públicos como Labaca o el Eusebio de Guarda también se ha tenido que dejar fuera a alumnos. Este exceso de demanda ha llevado a la Consellería de Educación a lanzar medidas de choque: en dos centros de la ciudad (Alborada y María Pita) habrá más plazas el próximo curso, según anunció la titular del departamento, Laura Sánchez Piñón.

Buscarán otras opciones

Mientras tanto, la Xunta tratará de «conseguir que los niños vayan a sus otras opciones», o habilitará plazas en otros centros. El Pardo Bazán o el Manuel Murguía son algunos de los candidatos, ya que no cubrieron la totalidad de las vacantes.

En donde sí se ha rozado el pleno en primeras opciones es en la provincia, donde la media de admitidos en el centro elegido es del 94,6%. Más de 8.000 familias coruñesas han salido bien paradas del proceso, pero 400 tendrán que pensar en otras opciones.

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