Sánchez, obispo de Sigüenza-Guadalajara, ha hecho estas declaraciones con motivo de la celebración de las jornadas nacionales de delegados de migraciones de todas las diócesis de España para hablar sobre la Iglesia y las migraciones.

Monseñor Sánchez ha mostrado su oposición a dicha iniciativa que permite retener hasta 18 meses a los inmigrantes irregulares antes de su deportación y ha advertido de que lo que ahora se denomina retorno antes eran "deportaciones masivas" y "estaban prohibidísimas".

A su juicio, toda norma, tanto si afecta a inmigrantes como si no, si es para personas con o sin papeles, debe estar inspirada en la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales.

El obispo se ha preguntado por qué la inmigración se ha regulado de mala manera en Europa, hasta el punto de tener que recurrir a medidas drásticas.

Sin embargo, ha opinado que, en general, el inmigrante irregular tiene miedo y "guarda su viña", por lo que no busca problemas para no ser expulsado.

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