La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas y ha desarticulado un grupo organizado que supuestamente explotaba a mujeres en situación irregular en un chalet de lujo de Madrid, en el que vivían en un sótano en condiciones insalubres y con un pésimo olor debido a una fosa séptica.

Según ha informado la Jefatura Superior de Policía, los detenidos son dos españoles, una brasileña y un marroquí acusados de obligar a las mujeres a pagar 300 euros por el alquiler de una habitación en el citado chalé, ubicado en el barrio de Hortaleza, y a abonar la mitad de la cantidad obtenida con sus servicios de prostitución.

Las chicas retenidas eran fundamentalmente sudaméricanas, aunque había "mujeres de todo tipo de nacionalidades", según explicaron a 20minutos.es fuentes de la Jefatura. La vivienda estaba alquilada y el dueño no conocía las actividades que se estaban desarrollando dentro, añadió la Policía.

90 metros cuadrados

El sótano donde estaban privadas de libertad medía unos 90 metros cuadrados, según cálculos de las fuentes policiales consultadas, y no había un número fijo de chicas. "En este tipo de casos siempre hay mujeres que van cayendo en la red y otras que salen, por lo que no se puede saber a cuántas mujeres afectó. Sin embargo, en el momento de la detención las retenidas no superaban la decena", explicaron.

Además, las mujeres no podían abandonar el sótano salvo para realizar un servicio, y una vez finalizado éste volvían al lugar y sólo se les permitía salir del inmueble una hora al día y siempre solas.

Las investigaciones, llevadas a cabo por el Grupo VI de la Brigada de Extranjería y Documentación, comenzaron cuando se sospechó que en un chalé de Hortaleza varias mujeres podrían ejercer la prostitución en contra de su voluntad.

El testimonio de una mujer permitió a los agentes intervenir, comprobando que un hombre y una mujer obligaban a varias mujeres forzadas a ejercer la prostitución, y que además éstas vivían en condiciones infrahumanas.

Los dueños del negocio sólo dejaban pagar a los clientes en metálico, para evitar dejar rastro de su actividad.