Dominique Lapierre: "El conflicto árabe-israelí acabará, como todos"

  • El escritor presentó en España la película 'Oh, Jerusalén'.
  • Es la adaptación al cine de una de sus novelas.
  • Retrata la creación de Israel y el conflicto árabe-israelí.
  • La cinta llega a los cines españoles el próximo 4 de julio.
El escritor Dominique Lapierre.
El escritor Dominique Lapierre.
EFE
El escritor Dominique Lapierre.
Conocido por obras como ¿Arde París?,
Esta noche la libertad -escritas junto a
La ciudad de la alegría, el escritor
Dominique Lapierre estuvo en España presentando
, película que adapta el libro homónimo publicado en 1971. La cinta, que narra la creación del Estado de Israel y el nacimiento del conflicto árabe-israelí, se estrena en España el próximo 4 de julio.
Grandes directores quisieron rodar Oh, Jerusalén, pero ninguno era del todo imparcial"
¿Por qué ahora una película de Oh, Jerusalén?

Desde su publicación, hace 37 años, buscábamos un director que trasladase la imparcialidad de nuestro libro. Cuando lo escribimos trabajamos durante cinco años como historiadores, para que reflejase la verdad de lo ocurrido. Fue un trabajo enorme, y queríamos que el responsable de la película lograse esa misma justicia.
¿Tan difícil era conseguirlo?

Nos cruzamos con grandes directores, pero siempre daban una visión favorable a los judíos o a los árabes. Directores como Costa Gavras y guionistas como John Briley nos mostraron sus proyectos, pero no nos satisfacían, hasta que en 2002 recibimos la visita de Elie Churaqui, un director francés. Pese a ser judío, tenía una visión objetiva del asunto.
¿Qué aporta la película?

Es la primera cinta que puede mostrar al público actual, especialmente a los jóvenes, un retrato exacto de cómo y por qué comienza el conflicto entre judios y árabes. Refleja el nacimiento de Israel y cómo los judios llegaron a Palestina para crear su propio Estado.
¿Está contento con el resultado?

Es un trabajo de pedagogía excepcional, pero para un escritor es siempre difícil estar del todo contento con una adaptación de tu obra. Harían falta veinte horas de película para ser totalmente fiel a un libro de seiscientas páginas: convertirlo en una cinta de cien minutos es un esfuerzo demencial. Pero lo importante es el mensaje: mostrar cómo los judíos y árabes eran amigos antes de la creación de Israel, y cómo puede resurgir esa amistad.
Soy un niño de la II Guerra Mundial, y nunca hubiese creído que alemanes y franceses terminarían siendo amigos"
¿Cree que habrá una solución al conflicto?

Quizá yo no llegue a verla, que tengamos que esperar una o dos generaciones, pero todos los conflictos se acaban. Soy un niño de la II Guerra Mundial, y nunca hubiese creído que alemanes y franceses, después de tanta sangre y violencia, terminarían dándose la mano.
¿Arde París?, La ciudad de la alegría... ¿Cuál de las adaptaciones le gustó más?

Siempre falta algo, el salto al cine supone una reducción de lo escrito. Pero lo que me importa es que el mensaje final del libro, sea el que sea, haya sido mostrado en la pantalla. Y en
Oh, Jerusalén ha ocurrido: el público se muestra entusiasmado.
¿Ha pensado alguna vez hacer cine, como otros escritores?

Nunca. Son dos mundos muy distintos. Admiro a los escritores que dirigen películas, son héroes, pero yo no soy capaz. Me importa seguir escribiendo sobre el mundo: mi próximo libro, que se publica en España en septiembre, hablará de Sudáfrica. Se llama
Un arco iris en la noche, y cuenta los errores, las epopeyas y personajes extraordinarios que han pasado por esa tierra.
¿Nelson Mandela, por ejemplo?

Por supuesto. Mandela es un gigante, alguien del tamaño de Gandhi. Él es quien me dio el título del libro: después de sufrir la barbarie, de pasarse 27 años en la cárcel, no llamó a la violencia sino a la unidad. Pidió que blancos, mulatos y negros construyeran 'una nación arco iris'.
¿Pueden el cine y la literatura mejorar el mundo?

Absolutamente. Vivimos en un mundo basado en la comunicación: cine y literatura permiten abrir los ojos.
Después de una vida recorriendo y describiendo el mundo, ¿es más pesimista que al principio?

Siempre veo el vaso medio lleno. Estoy lleno de optimismo. Creo que el mundo puede mejorar, y me honra poder colaborar con ello.
¿Pueden ser las próximas elecciones estadounidenses un paso para esa mejora?

Si gana Obama, sin duda. Tendremos un mundo que buscará más la paz, donde no se tirarán billones de dólares a la basura por gastos armamentísticos. Confío en que el mundo sea un lugar más justo, aunque reconozco que queda mucho por hacer.
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