El calvario de vivir encima de una muralla romana en el barrio de Cimadevilla

  • Le ocurre a unos vecinos de un edificio de la calle Arzobispo Valdés.
  • El Ayuntamiento se comprometió a cerrar y gestionar el yacimiento.
  • Llevan un año esperando, con los cimientos al aire, como un solar.
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Los vecinos del único edificio que se levanta entre las calles Arzobispo Valdés y Recoletas, en Cimadevilla, viven desde hace casi un año
rodeados de vallas de obra y con los cimientos al aire. El motivo: su casa está construida
sobre restos de la muralla romana que en el siglo IV d. C. protegía a la ciudad.

Desde que se descubrió el yacimiento -cuando empezó a construirse el edificio- es el Ayuntamiento el que gestiona la reliquia. El consistorio acordó con los propietarios que cerraría los bajos y construiría allí una aula-museo dentro del complejo arqueológico de la Campa Torres.

El problema es que el proyecto parece paralizado y la planta baja es un solar que corre el riesgo de convertirse en un vertedero. «No nos han dicho cuándo acabarán las obras y apenas hay trasiego de obreros por aquí», comenta Germán, uno de los inquilinos. Reclama que finalicen cuanto antes «porque son pisos que han costado mucho».

Escombrera junto a la plaza Arturo Arias

La Asociación de Vecinos de Cimadevilla denuncia el estado de abandono en el que se encuentra un solar de la calle Eladio Verde. Llevan años reclamando al Ayuntamiento que lo sanee porque es un auténtico vertedero a pocos metros de la plaza Arturo Arias y la antigua Tabacalera, en el mismo centro del barrio. «El verano pasado hubo quejas porque con el calor aparecieron malos olores», según Nacho Currás, representante vecinal.

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