De este modo, el edil reafirma las declaraciones que él mismo realizó durante la presentación de la iniciativa el pasado 31 de marzo, cuando informó de que el circuito de videovigilancia costará alrededor de los 12.000 euros y estaría operativo "a finales de mayo o principios de junio". Además, hizo hincapié en que las cámaras estarán dirigidas a las fachadas y nunca a la calle. "Al Ayuntamiento no le interesa las personas que transiten por estas zonas, pero sí vigilar la fachada", apostilló el edil, quien recordó que la seo pretende conseguir la declaración de Patrimonio de la Humanidad.

Para contribuir a ello, se pretende evitar los actos vandálicos especialmente pintadas, que dañan la piedra y cuya reparación supone un coste importante y continuo para las arcas municipales. De este modo, destacó que el equipo de gobierno cree "conveniente" la instalación de este sistema en vista de los "atentados" que se producen contra el templo, en concreto en las zonas menos transitadas, por lo que las cámaras se colocarán en la calle Almenas, en un callejón trasero y en el reloj de sol.

Asimismo, afirmó que la señal estará conectada al mismo circuito de la Policía Local para que la vigilancia sea constante. "La Policía estará pendiente, de modo que en el momento en que alguien se acerque para hacer pintadas o cualquier otro tipo de daño, se pondría en marcha el dispositivo para identificar al autor y sancionarlo, porque no se puede permitir este tipo de actos, que luego son costosísimos de reparar", aseguró el edil, quien destacó que se trata de un "gasto continuo", algo que ejemplificó con las "tres o cuatro veces" que se ha limpiado la fachada desde que él está al frente del área.

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