No será porque no haya seguridad (algo muy criticado en otras primaveras), sino por culpa del cielo. Los coruñeses, salvo los más osados, tendrán que esperar unos días para bajar a la arena del Orzán, Riazor y Matadero, las primeras tres playas de la ciudad que tendrán socorristas a partir de este domingo.

En los últimos años a estas alturas de calendario ya se podían ver decenas de bañadores en los arenales, lo que llevó al Ayuntamiento a adelantar la temporada de socorristas al 1 de junio.

Pero este año no hay rastro del sol. Por el momento, según previsiones de Meteogalicia y el Instituto Nacional de Meteorología (INM), habrá que esperar como mínimo hasta la próxima semana para olvidarse de la lluvia, aunque esto no garantiza que llegue el sol.

«Mejorará un poco a finales de esta semana, pero seguiremos viviendo una situación todavía bastante inestable», apuntan en la delegación coruñesa del INM. Mientras, las previsiones de Meteogalicia apuntan a que los termómetros rozarán los 20 grados, aunque «las borrascas dejarán algo de nubosidad».

Medio mes pasado por agua

Sin embargo, los expertos tranquilizan a los coruñeses: la situación, desde ahora, irá a mejor, aunque sea «lentamente». Atrás quedará un mayo en el que ha llovido más de la mitad del mes (18 días), pero en el que se han registrado unas temperaturas «absolutamente normales» para esta época del año.

Y a pesar de la pequeña mejoría de este domingo, los socorristas, por lo que parece, sólo tendrán a las gaviotas para vigilar.

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