Asegura además que le gustaría que "hubiera varias candidaturas en el congreso para dar más legitimidad al ganador" con el fin de cambiar las reglas para que haya más democracia interna. A San Gil, no le gusta tirar la toalla y dice no entender "eso de duros y malos en el PP. No debemos caer en la trampa de que tenemos dos almas".

¿Otro lunes de infarto?

Hoy puede ser otro "lunes de infarto" en las filas del PP. Así se hace eco el diario ABC. Un lunes de hace mes y medio, Esperanza Aguirre "no se resignó" a ver como perdía su partido y cuestionando la idoneidad de Mariano Rajoy. También en lunes dijeron adiós al partido Eduardo Zaplana, después, Ángel Acebes, y hace una semana María San Gil, aunque lo adelantó en una nota difundida la noche del domingo.

Hoy se celebra el Foro ABC tras de 125 días después de que " Rajoy le descartara de la lista con la que concurrió a las pasadas elecciones". El acto servirá al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, a romper su silencio para apoyar "sin fisuras" a Rajoy "no sólo para el cónclave de junio sino para las elecciones de 2012".

Según publica ABC, es previsible que Gallardón "haga una suerte de "discurso de investidura" para la nueva singladura que comenzará en el PP en poco más de un mes".

Un PP "amable"

Dos días después de haber sido abucheado en un acto terrorista que también generó un enfrentamiento entre Aguirre y Fraga, el alcalde de Madrid, se sumará a las voces que, en su partido, reclaman moderación, diálogo y centralidad, es decir, la estrategia puesta en marcha por Rajoy y que ha despertado el descontento del ala más dura de su formación".

No fue casual el llamativo gesto del pasado San Isidro , cuando el líder de la oposición acompañó a Gallardón y a todo su equipo en los actos en honor al Santo, compañía con la que dijo sentirse "muy cómodo".

Además, Alfonso Alonso, portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, desveló el domingo en una entrevista en la Cadena Ser la "baraja con la que juega Mariano Rajoy". Aludió a un PP “amable”, que vaya a "cazar directamente el voto de los nacionalistas y que sea capaz de buscar acuerdos con ellos".

La fórmula para conseguirlo es “apelar a los que se han sentido identificados en el pasado con el nacionalismo vasco o que siguen votándolo”.