El secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, ha señalado este domingo que los gobiernos de España e Italia "coinciden" en que toda política de inmigración debe ajustarse a la legalidad y en que tiene que haber una "posición común" en la Unión Europea respecto a este asunto.

López Garrido ha afirmado, que ha mantenido una conversación con el embajador de Italia en España, Pasquale Terracciano, en la que "ha quedado claro" que los gobiernos español e italiano coinciden en que las políticas de inmigración deben hacerse conforme a la ley.

Inmigración clandestina

El secretario de Estado ha explicado al embajador italiano que las declaraciones del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, en las que manifestaba que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, "quiere criminalizar al diferente", se produjeron en "el contexto de un proceso de ley planteado en Italia para convertir la inmigración clandestina en un delito".

Según López Garrido, el embajador italiano le ha asegurado que el Gobierno italiano "no sigue esa línea" y que los inmigrantes que han sido expulsados de Italia los últimos días lo han sido "por cometer delitos y en aplicación de la ley". El secretario de Estado ha afirmado que el Gobierno español opina, "al igual que el italiano", que "debe haber una política común de inmigración en la Unión Europea".