"He tenido miedo de no recuperarme... y vengo con mucha fuerza". Estas han sido las palabras de una emocionada Chelo García-Cortés, quien ha regresado este lunes al plató de Sálvame, por fin, para quedarse.

La periodista, de 67 años, sufrió este verano una aparatosa caída en su entrada al plató que le costó 28 puntos y una baja laboral de 52 días. “Nunca en mi vida había estado de baja. Os he echado de menos", explicaba la televisiva a su compañero, Kiko Hernández, que se ha encargado de acompañarla en su regreso al programa.

"Soy muy mala enferma porque no puedo estar inactiva", ha explicado García-Cortés al colaborador sobre un calvario que se agudizó a partir del pasado 16 de agosto, cuando esta se retiró de Sálvame al sufrir una infección por la que tuvo que ser intervenida: "Tuve una necrosis en la parte inferior de la herida". Tras lo sucedido, la periodista confesó sentirse "muy cansada" a nivel físico y anímico.

Así, tras cinco meses sin sentarse junto al resto de colaboradores de Sálvame, la periodista ha accedido al plató por la misma puerta en la que se tropezó, aunque con una novedad: antes de cruzarla, Hernández ha descubierto una placa en la que se lee el nombre de la televisiva junto a su retrato.

"En el camerino me estaba preguntando cómo sería mi primer paso por esta puerta", reaccionaba entre risas la de Orense al descubrir la entrada, recién bautizada. Además, su compañero también le ha mostrado una silueta del cuerpo de la colaboradora tras su caída, a lo que ella ha respondido: "Parece del CSI".

Bajo el nombre de 'Chelo Resurrection' y la imagen de la televisiva con unas alas de ángel en la pantalla, el espacio de Jorge Javier-Vázquez (quien ha confesado sentirse "muy ilusionado" al verla) le ha recibido con los brazos abiertos.  

La bienvenida ha sido muy especial, no solo por el reencuentro con sus compañeros, sino por su reconciliación con la colaboradora Gema López, con quien vivió un episodio de tensión tras su llegada de la isla. Ha sido la mujer de Chelo, Marta Roca, quien ha anunciado por teléfono que se iba a tratar de un regreso muy ansiado, pero también pacífico.

"Tengo mucha suerte porque habéis estado todos los compañeros muy preocupados por mi, pero quiero dar las gracias, especialmente, a Gema López y a María Patiño porque les hice daño", se ha sincerado la periodista.