Hoy ha sido un día difícil para los bomberos que han acudido a la casa cuartel de la Guardia Civil de
Legutiano (Álava) tras el
atentado de ETA en el que
ha muerto un guardia civil y otros
El
responsable del equipo de rescate ha explicado que al llegar se encontraron con "el caos". Fueron informados de que
había personas atrapadas bajo los escombros que causó la explosión de la furgoneta bomba y se pusieron de inmediato a trabajar.
"Hemos trabajado con la peligrosidad del momento.
El edificio se podía colapsar en cualquier momento", explica el bombero. A causa del peligro de hundimiento, los bomberos
han desescombrado en busca de las víctimas
a mano, sin utilizar máquinas o herramientas.
El primero en ser localizado ha sido el
guardia Juan Manuel Piñuel. Se ha apuntalado la zona para que un médico pudiera comprobar su estado pero, desafortunadamente, ya estaba muerto.
A la otra persona atrapada se la podía oír. El bombero ha contado que
estaba "a dos metros y medio o tres" debajo de donde se encontraban. El rescate ha sido complicado,
"quitando las piedras a mano y una a una". En todo momento han estado conversando con el agente que, finalmente está entre los heridos.
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