Lean antes de que se publique la novela: cuarto capítulo de 'La Cadena', un 'thriller' de Adrian McKinty

Portada de la novela 'La Cadena', de Adrian McKintly (1 de octubre, Planeta Internacional).
Portada de la novela 'La Cadena', de Adrian McKintly (1 de octubre, Planeta Internacional).
PLANETA INTERNACIONAL
Portada de la novela 'La Cadena', de Adrian McKintly (1 de octubre, Planeta Internacional).

PRIMERA PARTE Todas las chicas perdidas

4

Jueves, 8.56

Rachel empieza a temblar. Tiene náuseas, una sensación de ingravidez. Como en los días del tratamiento, cuando dejó que le inocularan venenos y la irradiaran con la esperanza de mejorar.

El tráfico ruge incesante a su izquierda. Permanece paralizada en el asiento, como un explorador que se ha estrellado en un mundo extraterrestre y que dan por muerto. Han transcurrido cuarenta y cinco segundos desde que la mujer ha colgado. Pero parece como si hubieran sido cuarenta y cinco años.

Suena el teléfono, sobresaltándola de nuevo.

—¿Hola?

—¿Rachel?

—Sí.

—Soy la doctora Reed. La esperábamos a las nueve, pero todavía no se ha registrado en la planta baja.

—Voy con retraso. El tráfico —explica ella.

—No importa. Se pone horroroso a estas horas. ¿A qué hora llegará?

—¿Cómo? Ah..., hoy no iré. No puedo.

—¿De veras? Ah, vaya. Bueno, ¿le viene mejor mañana?

—No. Esta semana, no.

—Rachel, necesito que venga para hablar de su análisis de sangre.

—Ahora tengo que dejarla —repone ella.

—Escuche, no me gusta hablar de estas cosas por teléfono, pero lo que hemos visto en este último análisis son niveles muy altos de CA 15-3. De verdad tenemos que hablar...

—No puedo ir. Adiós, doctora Reed —dice Rachel, y corta la llamada justo cuando aparecen unas luces parpadeantes en el retrovisor.

Un agente de la policía estatal de Massachusetts, un tipo de pelo oscuro y aspecto fornido, se baja de su vehículo y se acerca al Volvo 240.

Ella permanece inmóvil, completamente perdida, mientras las lágrimas se le secan en la cara.

El agente da unos golpecitos en la ventanilla. Tras unos momentos de vacilación, Rachel baja el cristal.

—Señora... —empieza el agente, y entonces ve que ha estado llorando—. Mmm, ¿tiene algún problema su vehículo?

—No. Perdone.

—Verá, señora, este arcén está reservado exclusivamente para los vehículos de emergencias.

"Cuéntaselo —piensa Rachel—. Cuéntaselo todo... No, no puedo; la matarán, estoy segura. Esa mujer lo hará".

—Sé que no debería estar parada aquí, pero estaba hablando con mi oncóloga y... y parece que mi cáncer ha vuelto a reproducirse.

El agente entiende la situación.

Asiente despacio.

—Señora, ¿cree que puede continuar circulando en estas circunstancias?

—Sí.

—No voy a ponerle una multa, pero le pido que siga su camino. Pararé el tráfico hasta que se incorpore al carril.

—Gracias, agente.

Rachel gira la llave de encendido y el Volvo cobra vida con un ruido quejumbroso. El policía para los coches del carril lento y arranca sin problemas. Circula durante un kilómetro y medio hasta la siguiente salida y sube por la rampa. Hacia el sur está el hospital donde quizá puedan curarla, pero ahora eso no importa. Es irrelevante. Para ella, recuperar a Kylie es lo único que cuenta.

Toma la I-95 en dirección norte y acelera al máximo, como nunca había hecho hasta ahora.

Pasa del carril lento al central y luego al carril rápido.

El velocímetro marca 90 por hora, 100, 110, 120, 125, 130.

El motor aúlla enloquecido, pero lo único que ella piensa es: "Vamos, vamos, vamos".

Ahora debe dirigirse al norte. Conseguir un préstamo. Comprar los móviles desechables. Hacerse con una pistola y con todas las demás cosas que necesita para recuperar a Kylie.

'La Cadena', de Adrian McKinty

El 1 de octubre Planeta publica La Cadena, de Adrian McKinty, un vertiginoso thriller que ha deslumbrado a lectores de todo el mundo por su impactante argumento y una inteligente narración que bebe del exitoso domestic noir.  

La originalidad de la trama, que mezcla con precisión un ritmo frenético, dosis de acción y una protagonista femenina muy potente, ha sido aplaudida por la crítica internacional. La Cadena será adaptada por Paramount Pictures tras la adquisición de los derechos.

SINOPSIS: Una mañana como otra cualquiera, Rachel Klein deja a su hija en la parada del autobús, camino del colegio. Pero una llamada con número oculto hace que su vida dé un vuelco: una mujer le informa de que tiene a su hija Kylie y, si quiere verla de nuevo, deberá seguir exactamente sus instrucciones: primero, pagar un rescate; segundo, secuestrar a otro niño. Quien llama es también una madre cuyo hijo ha sido raptado, y si Rachel no cumple las reglas, el niño morirá, y Kylie también.

De este modo, Rachel pasa a formar parte de La Cadena, un mecanismo que convierte a padres de familia en víctimas a la vez que en criminales y que está haciendo a alguien muy rico en el proceso.

Adrian McKinty nació en 1968, en Belfast (Irlanda del Norte). Estudió Filosofía en Oxford antes de trasladarse a Estados Unidos como profesor de lengua. Sus novelas se han traducido a más de veinte idiomas. También ejerce como crítico literario. Ahora vive en Nueva York con su mujer y sus dos hijos.

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