Una niña de tres años murió de cáncer en Essex (Reino Unido) después de que los médicos le dijeran que solo tenía estreñimiento. Los hechos ocurrieron el pasado 7 de julio.

La madre de la pequeña, Eilish Flanagan, la había llevado al médico en diversas ocasiones por unos fuertes dolores de estómago. Según relata la mujer, le dijeron que no estaba alimentando bien a su hija, Aoife Flanagan-Gibbs, ya que estaba perdiendo peso.

Cuando por fin descubrieron que era cáncer, en un hospital distinto, era demasiado tarde, ya que tenía tumores por varias partes del cuerpo, entre ellas el hígado. Aoife falleció cinco días después de ser diagnosticada correctamente de cáncer de células germinales.

Los padres se quejan de que la pequeña no ha tenido una "oportunidad justa" de luchar contra la enfermedad y que si los médicos hubiesen hecho un buen trabajo se habría detectado antes.

Aoife falleció repentinamente en el hospital. "Fue completamente inesperado, tuvo un enorme paro cardíaco", señala la madre. "La abracé porque sabía que algo andaba mal con ella. Murió en mis brazos", relata.

La familia tiene la intención de crear una organización benéfica, Aoife's Bubbles -que era el nombre de su pony-, para luchar contra este tipo de cáncer. Han creado una página de GoFundMe para que la gente pueda donar a través de ella.

Los tumores de células germinales afectan a unos 45 niños cada año en Reino Unido, según la organización benéfica Children with Cancer UK. La tasa de supervivencia es de alrededor del 93%.