Nuevo lío. Enésima polémica. Otra vuelta de tuerca. Como se le quiera llamar, pero lo del clan Matamoros y ser noticia, incluso en los momentos más duros, es algo incuestionable.

Lo último ha sido la visita de Diego Matamoros al programa Viva la vida para hablar de cómo está intentando reconciliarse con su padre, Kiko Matamoros, máxime ahora que se sabe la enfermedad que padece.

Claro que en ese mismo plató trabaja Makoke, la expareja de su padre a la que el joven no quiere ni ver. Y tanto es así que la vetó del plató. Y la colaboradora tuvo que asistir a la entrevista desde una sala contigua y sin poder decir ni mú. Eso sí, Diego Matamoros sabía que ella estaba escuchando.

El primer tema a tratar no podía ser otro, sin embargo, que la salud de su padre y cómo están intentando un acercamiento en estos meses anteriores, toda vez que, al fin y al cabo, son padre e hijo.

Bien cierto es que nunca han hecho demasiadas migas y que ha sido mucho tiempo distanciados y sin hablarse apenas, pero tras una operación de esa envergadura y debido a la aparición de varios tumores en la vejiga, era una obligación. Eso sí, empezó con puya: esas no son formas de dar una exclusiva.

"Estamos en un punto en el que estamos haciendo las cosas bien. Me enteré de su enfermedad por la exclusiva que dio. Es algo que nos molestó porque es algo importante y que todos deberíamos conocer. Es la intimidad de una familia", comenzó a explicar el joven.

Aseguró que lo primero que hizo al enterarse fue pedirle el teléfono a su hermana Laura. Y llamó. "Le dije que a pesar de todo es mi padre. No puedo dejarlo en un momento duro. La forma en la que nos estamos reconciliando es que sabemos que lo hemos hecho mal y estamos intentando reconciliarnos de una forma adulta", relató.

Justo entonces, el programa viró y la presentadora, Sandra Barneda, sacó a relucir el elefante en la habitación (de al lado): Makoke. La exmujer de su padre es una de las personas que menos soporta Diego y así lo hizo ver.

"No los puedo decir a nivel público, porque a mí me afecta. No le pido ni un euro, sino una rectificación total. Se lo ha dicho a muchos compañeros que han dado la cara y me lo han dicho", comentó.

Se refería a unos comentarios que hizo Makoke sobre él y que el hijo de Kiko Matamoros no quiere ni pretende olvidar porque insinuaban actos graves que había cometido y que él considera perjurios y calumnias.

"Si ella no quiere llegar a ese término, va a tener una querella criminal donde se va a exigir cárcel y dinero. Y no es ninguna tontería. El tema es que se lo tome en serio, que ya perdió una demanda conmigo, que mis abogados son buenos", advirtió Diego sabiendo que Makoke le estaba escuchando.

Ella, por su parte, no se pudo contener y contestó: "Cometí el fallo de hablar con colaboradores porque me sentí agredida y conté verdades que yo he vivido. Yo no voy a pedir perdón". "Que él me lo pida a mí", zanjó.