Un grupo de neurocientíficos españoles ha desarrollado una prueba que revela que hay dos tipos de cerebros y que da pistas sobre cómo se relaciona el habla y el lenguaje. El estudio está recogido por The Conversation.

Según los investigadores, existe una relación entre nuestra capacidad de hablar y la sincronización audiomotora. El estudio de este fenómeno se ha centrado en explorar cómo los movimientos corporales se sincronizan al compás de un metrónomo y de ritmos musicales, pero no sabemos cómo se transmite esa sincronía al habla.

Para comprobarlo, los investigadores diseñaron una prueba de comportamiento en la que los participantes repitieron de manera continua la sílaba "ta" mientras escuchaban un tren de sílabas presentadas rítmicamente a entre 4 y 5 sílabas por segundo.

Esta prueba reveló que hay dos grupos: los que alinean de manera automática el ritmo producido al ritmo percibido y los que continúan repitiendo sílabas a un ritmo distinto del que perciben.

Los investigadores hallaron el efecto en centenares de sujetos y en sesiones diferentes, por lo que concluyen que es una característica intrínseca de cada individuo. Los neurocientíficos quisieron dar un paso más para responder a la pregunta de si estos grupos reflejan cómo se organizan los cerebros de las personas.

Estudiaron a 20 sujetos de cada grupo con técnicas de neuroimagen. Registraron primero la actividad neuronal de los participantes cuando escuchaban secuencias rítmicas de sílabas pasivamente, es decir, sin pronunciar la sílaba "ta". Los sujetos con alta sincronía mostraron una mayor sincronía cerebro-estímulo que los de baja sincronía. En concreto, su actividad neuronal en las áreas del cerebro implicadas en la planificación motora del habla oscilaba a la misma frecuencia que las sílabas percibidas. Esto significa que las regiones relacionadas con la producción del habla se implican también en la percepción de la misma.

Además, los científicos también obtuvieron datos de difusión por resonancia magnética de los sujetos para cuantificar diferencias anatómicas en la materia blanca del cerebro (el tejido conectivo del cerebro o fibras nerviosas que permiten la comunicación entre regiones distantes del encéfalo). Así, hallaron que el manojo de fibras que une las áreas corticales relacionadas con la producción y percepción del habla de los participantes con alta sincronía tiene un volumen superior al del resto de participantes, además, este resultado anatómico se relaciona con el neurofisiológico: mayor volumen de la zona cortical relacionada con la producción del habla resulta en una mayor sincronía entre cerebro y estímulo.

Para comprobar si la prueba tiene implicaciones en aspectos de la vida cotidiana, se testó un nuevo grupo en una tarea de aprendizaje de palabras, y los investigadores encontraron que a los individuos con alta sincronía les era más fácil aprender nuevas palabras que los de baja.