Cazan al futbolista Wayne Rooney con una joven en un hotel y su cabreada esposa le exige que regrese a Inglaterra

  • El delantero de 33 años fue visto en el ascensor con una joven tatuada.
  • Su esposa se habría quitado el anillo de casada.
Wayne Rooney, en su etapa como delantero del Manchester United.
Wayne Rooney, en su etapa como delantero del Manchester United.
EFE
Wayne Rooney, en su etapa como delantero del Manchester United.

Si eres un paparazzi, seguir a Wayne Rooney es casi un seguro de vida, porque tarde o temprano vuelve a tener algún encontronazo, ya sea con la justicia o por ciertos deslices a los que el futbolista de 33 años parece estar suscrito.

El último, además, le va a hacer elegir entre su trabajo o su familia. Y tiene el tic-tac del reloj avanzando para que tome una decisión rápida porque su mujer, Coleen Rooney, está bastante mosqueada.

El diario británico The Sun ha publicado cómo fue la noche de fiesta de siete horas y media del excapitán de la selección inglesa de fútbol masculino. Wayne Rooney salió con varios de sus compañeros de equipo, el DC United, por Vancouver, Canadá, y comenzaron a beber a eso de las 22:30h.

Debido a unas cuantas copas de más, el delantero fue visto llegando a un par de clubs nocturnos donde estuvo casi siempre agarrado a una joven de 20 años que llevaba un top, pantalones de cuero y tacones altos, en actitud escesivamente cariñosa para un hombre casado, y con la que más tarde entró en una limusina en compañía de sus amigas.

El goleador y las tres chicas se fueron a uno de los locales más exclusivos de Vancouver, en la zona de Yaletown, y que tiene por nombre Pierre's y es descrito como "la experiencia con champán más exclusiva de todo Vancouver".

Cuando salieron del segundo local, donde se habían metido en un jacuzzi, volvió a ser descubierto, a eso de las 5.30h de la madrugada, entrando en el ascensor del hotel Hyatt Regency, donde se hospedaba su equipo, con otra chica diferente: una joven morena y tatuada y que vestí un conjunto blanco.

"Esperaron un rato y subieron juntos a un ascensor. Aún se les veía frescos y despiertos a pesar del tiempo [que llevaban de fiesta]", contó al diario uno de los testigos del encuentro.

Esto ha provocado que su esposa Coleen Rooney, según el Daily Mail, esté tan "furiosa" que se haya quitado el anillo de casada: no solo se ha enterado por la prensa, sino que no es la primera vez.

Así que, según el citado medio, ha exigido a su marido que coja un vuelo a Washington, rompa su contrato con el conjunto que milita en la Major League Soccer (MLS) y regrese de inmediato a Chesire, en Inglaterra, donde vive ella con los cuatro hijos del matrimonio en una mansión valorada en 5,6 millones de euros.

Lo curioso es que Rooney tiene que volver en enero pues será cuando se incorpore al Derby County como jugador-entrenador, pero Coleen quiere que ese viaje lo haga cuanto antes, pues no se fía de su esposo, dado que no es la primera vez que comete una infidelidad (ni que bebe).

En 2010, mientras Coleen estaba embarazada, Wayne Roone la engañó con una prostituta de 21 años, llamada Jennifer Thompson, y a la que vio unas siete veces en un período de 4 meses por cerca de 1.200 euros por noche.

"Nunca imaginé que Wayne Rooney fuera a ser uno de mis clientes. Sé de mucha gente que le llama Shrek, pero no es tan feo cuando te sientas delante de él", confesó Thompson en su momento, a la par que dijo que, tras el nacimiento de su hijo (Kai) dejaron de ponerse en contacto.

Además, el pasado 16 de diciembre, el futbolista fue detenido en el condado de Loudon, Virginia, por insultos e intoxicación etílica pública en el aeropuerto de Dulles. Un delito menor por el que pagó una multa y los costos judiciales.

Nada parecido a la prohibición que pesa sobre él en Inglaterra y que está a punto de expirar: el delantero no puede conducir durante dos años desde septiembre de 2017, cuando fue arrestado en su coche bajo los efectos del alcohol.

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