Los tres socios del Gobierno catalán demostrarán hoy en el Congreso de los Diputados su falta de unidad en el trasvase del agua del Ebro para abastecer el área metropolitana de Barcelona.

ERC ya anunció ayer su abstención en la votación del Real Decreto-Ley para autorizar el trasvase para paliar los efectos de la sequía porque "abre la puerta" a otros trasvases y establece que se deberá pagar con cargo a la disposición adicional tercera del Estatut.

Por su parte, Iniciativa per Catalunya aún no ha hecho público cual será su voto y lo condicionaría a que la gestión de la obra fuera a cargo del gobierno catalán. Izquierda Unida ya ha anunciado que votará en contra del decreto.

El PSC votará, lógicamente a favor, lo que ha provocado que CiU, favorable históricamente al trasvase del Ebro, también se abstenga.

"No podemos decir no por coherencia ni sí porque no podemos hacernos cómplices de una gestión tan nefasta del tema", afirmó ayer el portavoz de la federación nacionalista, David Madí.