Desde hace algunos días, los policías autonómicos que vigilaban los andenes del TRAM en Alicante se suben, de forma aleatoria, a los vagones junto con los viajeros para «transmitir una sensación de seguridad y evitar robos o vandalismo en fechas como las Hogueras», confirman fuentes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). También como elemento disuasorio y evitar los simpas.

Cuatro agentes suben cada día a una línea, de forma aleatoria, y según la Conselleria de Gobernación, sólo han realizado «labores de identificación de sospechosos y ayuda humanitaria».

Desde FGV aseguran que la presencia de estos vigilantes «se hará mucho más patente en verano», con el aumento de la población que se registra en la ciudad, momento en el que habrá más agentes. Sin embargo, los trabajadores de seguridad privada que ya están en plantilla en el TRAM seguirán cubriendo estas dependencias, y las mismas fuentes aseguran que no se reducirá su número.

Fuentes sindicales han alabado esta medida pues, hace ya varios meses, habían demandado a la empresa «más seguridad a bordo».

Altercados y simpas

Según explicaron las mismas fuentes, «hace un año muchos pasajeros no pagaban su billete» y FGV tuvo que contratar a supervisores para que subieran a bordo e instalaron máquinas expendedoras de tickets.

«Los pasajeros se han tenido que ir acostumbrando», explica un conductor, pues en los primeros viajes con supervisores a bordo se produjeron altercados, e incluso agresiones, «sobre todo con jóvenes, algunos drogados».

El año pasado, fuentes de FGV admitieron que había unos 700 simpa diarios y, este año, que sólo se producían dos al día, de media .