Se trata de treinta y siete unidades documentales repartidas entre nueve legajos más veintiocho cuadernos con pliegos, que contienen un total de 13.943 hojas en folio.

"Por su importancia, puede decirse objetivamente que estamos ante unos materiales de enorme impacto para la comunidad hispánica en general", ha afirmado Carriscondo.

Un monumento filológico "desconocido", tal y como lo define el profesor de la UMA, cuyo estudio será un revulsivo para la investigación historiográfica, debido a que abre nuevas líneas de trabajo y perspectivas en el conocimiento de la historia de la lexicografía española, así como de su literatura, por la profusión de fuentes manejadas por los miembros de la institución.

"El análisis de la documentación supondrá la necesidad de acometer una revisión profunda de la investigación diccionarística de los siglos XVIII y XIX elaborada hasta ahora", ha agregado el experto de la UMA, que, no obstante, ha explicado que el diccionario no se encuentra finalizado y está parcialmente impreso, con el mayor grueso de su contenido sin editar.