Las subvenciones están orientadas a impulsar iniciativas novedosas en el ámbito de la ganadería, la agricultura, la silvicultura, la industria agroalimentaria, el desarrollo rural y el medio ambiente para dar solución a problemas concretos. Su finalidad es hacer más competitivos los sectores agroalimentario y forestal, contribuir a la seguridad alimentaria, la diversificación de producciones y el suministro de materias primas, aprovechando el conocimiento científico.
Las ayudas oscilan desde un mínimo de 5.000 euros hasta un máximo de 200.000 por proyecto, según indican desde el Gobierno asturiano en nota de prensa.
En Asturias existen 19 grupo operativos, a cuya creación y puesta en marcha la Consejería de Desarrollo Rural destinó alrededor de medio millón de euros el año pasado. Estos grupos están formados por agentes de distintos perfiles: agricultores, ganaderos, selvicultores, industrias agroalimentarias o forestales, centros públicos o privados de I+D+i o de formación y asesoramiento, centros tecnológicos o instituciones sin fines de lucro, entre otros, que se asocian para conseguir soluciones a sus retos, a través de una acción conjunta y multisectorial.
Según el Ejecutivo autonómico, "el apoyo a los grupos operativos y a los proyectos innovadores aspira a crear valor añadido y a favorecer una relación más estrecha entre la investigación y las prácticas agrícolas y forestales, así como a promover una aplicación práctica más rápida de soluciones novedosas".
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