Llega el fin de los pisos interiores, de los estudios, de las columnas que campan a sus anchas. A partir de esta semana las nuevas casas tendrán que cumplir una normativa que establece, entre otras cuestiones, que no habrá viviendas de menos de 40 m2, que todas tendrán que recibir una hora diaria de sol directo, que sólo una habitación podrá dar a un patio de luces (el resto tendrán que ser exteriores) y que no podrá haber columnas en el medio del salón, de la cocina o del dormitorio.

Éstas son algunas de las características que se recogen en las Normas do Hábitat Galego, que entran hoy en vigor con muchos sectores de la sociedad gallega en contra. A falta de que los futuros inquilinos de los nuevos pisos se manifiesten sobre el resultado, lo cierto es que a día de hoy la Xunta parece estar muy sola en la defensa de estas normas.

Incluso organizaciones como el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), que admite la necesidad de crear un nuevo modelo de vivienda, piden que la normativa sólo entre en vigor de forma parcial. Una opción con la que ni siquiera están de acuerdo todos los colegiados. Las delegaciones de A Coruña y Vigo abogan por una moratoria total.

Empresarios, aparejadores y promotores inmobiliarios también exigen a la Xunta que no la ponga en marcha. Pero el Gobierno se mantiene firme y niega los peores augurios del sector de la construcción: que suba el precio de la vivienda. Se habla de un 25%. Así pues, mañana entra en vigor, pero con una amenaza: la Federación Galega de Municipios y Provincias ya ha recurrido al Tribunal Superior de Xustiza.

A favor...

Mejorar la calidad de vida: Es el gran argumento de Vivenda para modificar la normativa que rige desde hoy el diseño de los futuros inmuebles.

Sin moratorias: La Xunta descarta cambios y retrasos en el decreto.

Con ayudas: Enviará técnicos a los municipios para adaptar y desarrollar las nuevas exigencias.

... y en contra

Los municipios: Acusan al decreto de injerencia y han recurrido al TSXG.

Arquitectos y promotores: Dicen que es inoportuna y que encarecerá el coste de los pisos.

Mucha exigencia: En las últimas semanas, se visaron miles de viviendas para hacerlas como hasta ahora y eludir el decreto.

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