El dueño de Sota afirma que la Guardia Urbana, además de matar a la perra sin que ni siquiera ladrara, le golpeó a él

Manifestantes reclamando "justicia" para la perra Sota.
Manifestantes reclamando "justicia" para la perra Sota.
PACMA CATALUNYA
Manifestantes reclamando "justicia" para la perra Sota.

El dueño de Sota, la perra a la que un guardia urbano mató el pasado diciembre en Barcelona, ha explicado este miércoles ante el juez que el agente le disparó sin que el animal le ladrara ni hiciera amago de morderle, y ha denunciado que él mismo fue maltratado por los policías que lo detuvieron.

Según han informado fuentes jurídicas, ante el titular del juzgado de instrucción número 4 de Barcelona ha declarado este miércoles como investigado el propietario de la perra, denunciado por atentado a la autoridad por agredir presuntamente al guardia urbano que disparó al animal cuando comprobó que éste había muerto.

El próximo lunes está previsto que declare como investigado, por un delito de maltrato animal, el agente que mató a Sota de un disparo y el policía que le acompañaba, un suceso que desató una oleada de protestas y que provocó que una decena de entidades animalistas los denunciaran ante el juzgado.

El dueño de Sota, una persona "sin techo" que tiene la doble condición de investigado y acusación particular en la causa, ha relatado ante el juez que el agente que mató a su perra y el urbano que le acompañaba se dirigieron a él para pedirle la documentación, cuando se encontraba a las puertas de un hotel de la Gran Via de Barcelona, porque pensaban que se estaba fumando un porro.

Sin aviso ni justificación alguna, ha añadido el imputado, los agentes le golpearon cuando él les dijo que no llevaba la documentación consigo, una escena que su perra presenció, en una actitud "tranquila" y sin ni siquiera ladrar, de acuerdo con la versión de su dueño.

Según el propietario de Sota, los policías lo detuvieron entonces sin motivo alguno y, cuando lo conducían al interior del coche patrulla, uno de los guardias urbanos se sacó el arma reglamentaria y disparó mortalmente a la perra, sin mediar palabra.

El propietario ha recalcado ante el juez que en ningún momento agredió a los guardias urbanos ni se resistió a ser detenido y ha mantenido que los agentes siguieron pegándole en el interior del coche policial en el que lo trasladaban a la comisaría.

Además de los dos agentes de la Guardia Urbana, el próximo lunes comparecerán ante el juez cuatro testigos, a dos de los cuales el instructor ha concedido la condición de protegidos, a petición de la defensa.

El instructor ha citado como investigados a los urbanos, a raíz de las diligencias solicitadas por la decena de asociaciones y entidades animalistas -entre ellas el Pacma- que han presentado denuncias contra los agentes para ejercer de acusación en la causa y por el propietario del animal.

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