Los duques de Sussex y los de Cambridge rompen su último vínculo, una fundación benéfica

Los Duques de Cambridge y los Duques de Sussex, a finales de 2018.
Los Duques de Cambridge y los Duques de Sussex, a finales de 2018.
GTRES
Los Duques de Cambridge y los Duques de Sussex, a finales de 2018.

Hace unas semanas que se venía barruntando y finalmente, tras un creciente aluvión de rumores sobre la tensión y la mala relación entre los duques de Sussex y los de Cambridge, es oficial: los Fab Four (los cuatro fantásticos, como les conoce la prensa inglesa) se separan.

Este distanciamiento entre los hijos de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales ha sido público y notorio en los distintos actos de la familia real británica en los últimos meses, pero aún quedaban retazos que seguían uniendo sus caminos.

Sin embargo, este jueves, la Royal Foundation, una fundación que los príncipes Guillermo y Harry crearon en 2009 siguiendo los pasos de su madre y, a la que tiempo después se unieron también sus esposas, Kate Middleton y Meghan Markle (en 2011 y 2018, años en que se casaron), ha anunciado que su nuevo nombre es Fundación Real del duque y la duquesa de Cambridge.

Es decir, que los duques de Sussex rompen el último vínculo que les unía a Guillermo y Kate, amén de que crearán su propia institución filantrópica, aunque de algún modo haya campañas que comenzaron con la Royal Foundation de las cuales seguirán formando parte, así como esta les ayudará en el comienzo de su nuevo organismo.

Las actividades de la Royal Foundation oscilan entre campañas como la llamada Heads Together, que se centra en el tabú de las enfermedades mentales, hasta los Invictus Games, yincanas que se realizaban con veteranos de guerra.

En teoría, desde que la periodista de la realeza del diario The Sun, Emily Andrews, lo anunciara hace unas semanas, era harto esperable este anuncio, el cual no deja de sorprender por la oficialidad y naturalidad con la que el palacio de Buckingham se toma una ruptura a ojos de todo el mundo.

Algo que, además, se veía venir desde hace algunos meses y que se había intensificado desde marzo, cuando anunciaban que las oficinas de ambas familias se separaban y que a partir de entonces el palacio de Kensington no llevaría la agenda de Harry y Meghan, quienes pasarían a contar con el respaldo de Buckingham, como sí hace con los duques de Cambridge.

Ha sido el propio palacio de Kensington quien ha emitido un comunicado explicando que estos cambios tienen como objetivo "garantizar que el trabajo y las responsabilidades de sus altezas reales sean lo más complementarias posible, a medida que se preparan para sus futuras funciones, y que sus actividades caritativas reflejen mejor sus nuevos hogares".

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