Belén Esteban está a punto de volver a pasar por el altar y convertirse en esposa de Miguel Marcos, un hombre desconocido para el gran público ya que es poco amante de salir en los medios de comunicación.

Miguel es conductor de ambulancia. Una profesión que, cosas del destino, le llevó a conocer a la que será su futura mujer. Belén Esteban sufría una subida de azúcar a causa de la enfermedad que padece y Miguel conducía la ambulancia que le trasladó al hospital. Cuenta la colaboradora que el flechazo fue instantáneo y, desde entonces, se volvieron inseparables.

Miguel le salvó la vida. La realidad es que lo hizo y no solo lo hizo de manera literal. Como ella ha asegurado en más de una ocasión, es el hombre de su vida.

Según cuenta la prensa especializada, este madrileño, de 32 años -más de diez años menor que ella-, es un hombre tremendamente familiar y hogareño. Además, está muy ligado a sus padres. Tiene varios hermanos. Hijos no, ni nunca ha estado casado.

De familia humilde, caracteriza lo poco ambicioso y lo muy trabajador que es, ya que lleva haciéndolo desde que era un adolescente.

Amante de los coches, de las ferias, del Real Madrid y de la música de discoteca, tiene en su haber el haber descubierto las 'malas artes' de Toño Sanchís, exagente de la Esteban con quien la colaboradora mantiene un litigio en los tribunales.

Sin embargo, su gran borrón fue el affaire que tuvo con otra mujer mientras Belén Esteban participaba en Gran Hermano VIP que le costó romper con ella durante un tiempo, poco, el suficiente para que ambos se dieron cuenta de que se necesitaban.