Fernando Jáuregui: "Una sociedad sin juristas no puede avanzar"

  • "Carmena tuvo un papel fundamental entre los laboralistas. Como alcaldesa fue rupturista".
  • "Lo planteado por Torra y Puigdemont es un contrasentido jurídico y no tiene ni pies ni cabeza".
El periodista Fernando Jáuregui, autor de "Los abogados que cambiaron España".
El periodista Fernando Jáuregui, autor de "Los abogados que cambiaron España".
Jorge París
El periodista Fernando Jáuregui, autor de "Los abogados que cambiaron España".

En un homenaje a los abogados demócratas, porque los otros, "los que querían seguir chupando del bote, no tienen cabida en este libro", el periodista Fernando Jáuregui repasa la labor de los juristas del último siglo en el libro "Los abogados que cambiaron España" (Almuzara).

Desde los difíciles tiempos tras la Guerra Civil al florecimiento de los despachos laboralistas y los que hicieron posible el lema "de la ley a la ley, pasando por la ley". Mirando al presente, afirma que es necesaria una "segunda Transición", que los políticos se tomen en serio la regeneración y los juristas vuelvan al primer plano.

Llama "quinquenio maravilloso" al periodo entre 1977 y 1982. ¿Cómo habría sido la Transición sin abogados? No habríamos tenido la transformación jurídica que tuvimos. En 11 meses se dio la vuelta al Estado como un calcetín. Después fue la consolidación. Desde 1984-85 se ha hecho poco. Es más, es que hay que hacerlo todo otra vez.

En los primeros años parece que todos los abogados fueran de izquierdas y con Suárez llegaron los no rupturistas. Hay tres generaciones. La de los primeros, en los años 39-40, los años del plomo, que hacían lo que podían, eran sobre todo comunistas. Una segunda generación es la de Peces-Barba, Marcelino Oreja o Herrero de Miñón. Y hay una tercera, la de Manuela Carmena, Paca Sauquillo, Cristina Almeida, abogados comunistas que hacen los despachos laboralistas, entre ellos el de Atocha.

¿Qué aportación hizo Carmena? Tuvo un papel fundamental. Inspiró los despachos laboralistas y un poco a los abogados comunistas de Madrid hasta que fueron rompiendo con el PCE. Ha sido una mujer muy crítica, fundamental como organizadora. Y como jueza tuvo su valor. Cuando había muy pocos jueces democráticos, ella abrazó la carrera. Como jurista, no digo como alcaldesa, tuvo una enorme importancia.

¿Reconoce alguno de esos rasgos como alcaldesa? Ha sido una alcaldesa rupturista, para bien o para mal. No estoy de acuerdo con todo, pero hay alcaldes que transforman sus ciudades y otros que no hacen nada. Carmena es de los primeros.

Los abogados catalanes fueron importantes para las primeras instituciones catalanas, como la Asamblea catalana. ¿Qué habrían pensado de cómo el procés ha pasado por encima de la Constitución o del Estatut? No se planteaban las cosas como se plantean ahora, pero en 2010 tampoco. Nadie se hubiese atrevido a plantear las cosas que han planteado Puigdemont y Torra. Entonces se planteaba cierta autonomía, nada que ver con esto. Era impensable. Es un contrasentido y jurídicamente no tiene ni pies ni cabeza.

Los padres de la Constitución o de los Pactos de La Moncloa eran abogados. ¿Qué papel deberían jugar hoy los juristas? Los debates jurídicos de ahora son increíbles. Lo de la prisión preventiva para los políticos presos no se sostiene. Ni que venga la Junta Electoral Central y diga que Puigdemont no se puede presentar, y ha ganado las elecciones. Lamento mucho que la abogacía esté tan ausente de estos debates, al menos en público. Tendría que tener una presencia más activa.

Si lo fuera, ¿los políticos catalanes no estarían en prisión preventiva? Por supuesto. No estarían en prisión preventiva. Es una cosa muy seria y estamos contribuyendo a crear la figura de Mandela. Y el Estado tendrá que negociar con esa figura, y no es precisamente Torra ni es Puigdemont, es un señor que está en prisión.

El presidente del Gobierno seguirá siendo un economista, quizá apoyado por un politólogo. ¿Qué nos perdemos sin abogados? No está mal tener un economista. Un doctor en Economía, de aquella manera, pero doctor de Economía. Pero sin juristas no hay posibilidad de engranaje jurídico. Sánchez es el único junto a Calvo Sotelo que no ha sido abogado, pero está rodeado de abogados del Estado. No puede avanzar una sociedad sin juristas, es lo que ocurrió al principio del franquismo.

En la pasada legislatura la formación más común de los diputados y diputadas era leyes, pero no sé si igual que antes... España tiene la mayor cantidad de abogados por metro cuadrado del mundo, no tiene tanto mérito. Ahora ha habido una renovación muy profunda y los líderes han echado manos de los fieles. No son grandes juristas, entre otras cosas porque no han tenido tiempo. Tendremos que volver a la segunda Transición, a poner toda una legislación patas arriba, empezar a pensar en reformar la Constitución.

Casado y Rivera son licenciados en Derecho, ¿lo harán? Si no entienden que esto hay que regenerarlo... En esta época de si se saca o no a Franco [del Valle de los Caídos] o no sé qué bobadas, si no se dan cuenta de que tenemos que empezar otra vez, hacer otros Pactos de la Moncloa, cambiar la Constitución...

¿Quién debería ocupar su puesto? Debería ponerse a alguien muy veterano ¿Y si nombrase, por ejemplo, al señor Marchena, cuando haya sentencia? ¿No quiere poner independientes? Marchena se ha ganado el respeto de todo el mundo, hasta del sector independentista, no le atacan porque ha conducido el juicio más difícil de la historia con absoluta maestría.

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